Amigos con beneficios: ¿qué hago si me estoy enamorando de mi amigo/a?

En el caso de que te estés enamorando de tu amigo/a con derechos, hay dos opciones sanas: confirmar si es mutuo para formalizar o cortar la relación

enamorando de mi amigo con beneficios

La regla de oro en este tipo de acuerdos es no desarrollar sentimientos por el otro. No obstante, la cercanía y la intimidad naturalmente podría hacer que cualquiera de los dos comience a enamorarse. Crédito: Pexels

Nuestros tiempos han traído un sinfín de “estatus” para las relaciones sexuales, románticas y de pareja. Una de las más conocidas y practicada es la de los amigos con beneficios, pero ¿qué pasa si comienzas a enamorarte de tu amigo con derechos?

Este tipo de relaciones puede ser tan divertida como peligrosa, así que es necesario reflexionar qué tan saludable sería para ti. Previamente, hemos escrito un artículo para responder a esta pregunta.

Ser amigos con derechos es un acuerdo entre dos personas que se atraen físicamente, pero no están interesados en llegar a una relación amorosa tradicional o formal, por lo que proponen mantener la amistad y gozar de beneficios adicionales como el de tener encuentros sexuales. Es algo similar a una relación abierta y llega a ser habitual entre algunas ex parejas.

¿Sexo sin compromiso, sin ataduras? Pues sí, básicamente es eso. Sin embargo, siempre existe el riesgo de que en el camino una de las partes pierda el rumbo, sintiendo confusión, celos o la falsa idea de que el tiempo les llevará a una verdadera relación de amor.

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Para este tipo de situaciones es fundamental conocer las reglas del juego, en específico las 4 sobre las cuales ya tenemos una entrada.

Me estoy enamorando de mi amigo con derechos

La regla de oro en este tipo de acuerdos es no desarrollar sentimientos por el otro. No obstante, la cercanía y la intimidad naturalmente podría hacer que cualquiera de los dos comience a enamorarse y se manifiesta haciendo planes futuros, queriendo compartir más tiempo, siendo vulnerable, querer hablar con el otro.

En esos casos solo hay dos opciones sanas: confirmar si es mutuo para formalizar o cortar la relación.

Por tajante que parezca, hay un gran potencial en los dos escenarios. Si tu amigo con derechos quiere comenzar una relación contigo, ya quedará comenzar un proceso de acercamiento emocional, de citas, de conocerse a un nivel más personal romántico.

O en caso de que tu amigo con beneficios no desee una relación contigo, es momento de seguir adelante y dejar ese acuerdo a un lado.

Se desaconseja quedarte en “el limbo” de tener sentimientos y solo aportar sexualidad, porque no es justo para la parte enamorada, quien es la que resultará más afectada.

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