Cómo usar la sal gruesa para mejorar el lavado de tus toallas
La limpieza de las toallas es más importante de lo que podría imaginarse, y para ello, les compartiremos cómo usar la sal gruesa para mejorar su lavado

La sal gruesa tiene propiedades que ayudan a mejorar la limpieza de las toallas. Crédito: shine.graphics | Shutterstock
En diferentes ocasiones, hemos resaltado la importancia de lavar las toallas, principalmente para evitar que se conviertan en un cultivo de bacterias u hongos que puedan llegar a estar en contacto con nuestro cuerpo. Sin embargo, pocos explican la forma correcta de limpiarlas para mantener su higiene. Por ello, les compartiremos cómo mejorar el lavado de tus toallas con sal gruesa.
Según el American Cleaning Institute, «los expertos recomiendan lavar las toallas después de cada tres a cinco usos… Esta frecuencia ayuda a prevenir la acumulación de bacterias y mantiene las toallas con una sensación y un aroma frescos. Además, conserva su suavidad y esponjosidad».
Por ello, no solo resulta necesario que se limpien las toallas cada cuatro días aproximadamente, sino que también debes asegurarte de eliminar la presencia de suciedad o cualquier tipo de bacterias en el proceso de lavado.
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¿Cómo lavar las toallas con sal gruesa?
La sal gruesa, también conocida como sal marina, no solo funciona como un excelente complemento en la cocina para acompañar las comidas, sino que también posee propiedades naturales que la convierten en la opción ideal para limpiar las toallas.
Este limpiador natural ayuda a eliminar las manchas y suciedad de forma efectiva, absorbe la grasa y aceites de superficies, neutraliza los malos olores, evita la acumulación de bacterias, e incluso, ayuda a soltar las fibras permitiendo que la toalla esté más suave.
Para agregar la sal gruesa en el proceso de lavado, primero asegúrate de lavar las toallas por separado de la ropa, ya que de esta forma será más eficaz. Luego, sepáralas por colores para evitar manchas.

Agrega las toallas al tambor de la lavadora junto a 100 gramos de sal gruesa. Si deseas puedes acompañar con vinagre blanco para potenciar el efecto de suavidad y desinfectante. Además, usar agua caliente ayudará a disolver mejor la sal.
Finalmente, permite que tus toallas sequen al aire libre para evitar que el calor artificial pueda dañar sus fibras o alterar su tamaño.
Puedes alternar las lavadas con sal gruesa según sea tu preferencia, ya sea una vez con detergente y la siguiente con este mineral natural, recordando que para mantener la higiene debes hacer cada 4 o 5 días. ¿Listo para poner en práctica este truco casero?
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