Mi esposo quiere traer a mi suegra a vivir con nosotros: qué hago para impedirlo
Te ofrecemos tres consejos valiosos para impedir que tu suegra viva contigo, convenciendo a tu esposo de que la decisión es muy radical, que carece de conveniencia, por la intimidad matrimonial, y que incluso no es necesaria
La convivencia con tu suegra puede cambiar muchos hábitos en tu matrimonio, para bien o para mal. Crédito: Shutterstock
Si ya construiste y te adaptaste a un matrimonio donde tú y tu esposo aprendieron a vivir solos, lo más sano es que continúe de esa manera. No tiene tampoco por qué ser algo radical, pero merece intentarlo siempre, frente a responsabilidades extras o la llegada de hijos, porque si tu esposo quiere llevar a tu suegra a casa, ten por seguro que las cosas van a cambiar.
Puede haber factores positivos y negativos en esa convivencia con tu suegra, pero lo malo terminará engrandecido y podrías arrepentirte después. Ojo, no significa que la mamá de tu esposo sea mala persona, pero se alterarán tus hábitos, tu rutina y hasta tu intimidad, lo cual es suficiente para molestarte.
Además, hay hasta 8 formas en las que tu suegra puede arruinar tu matrimonio sin darte cuenta, así que piénsatelo bien antes de aceptar. Y si quieres impedirlo, te regalamos tres consejos para lograrlo:
3 tips para impedir que tu esposo traiga a tu suegra a casa
Dile que eres feliz como están
1
Cuando mencionas la palabra “feliz”, difícilmente tu pareja accione una decisión que atente contra eso.
Indícale que pese a cualquier apoyo que puedan necesitar en casa, eres feliz como están las cosas actualmente y no quieres ponerlo en riesgo.
Asimismo, aclárale que no es nada personal con tu suegra y que incluso la quieres mucho, pero que ambos están adaptados a llevar el matrimonio solos y una convivencia con la mamá de tu esposo podría cambiarlo todo.
Afírmale que temes perder la intimidad
2
¡Y es la cruda realidad! La intimidad no solo significa tener relaciones sexuales, porque con tan solo ponerle seguro a la puerta es más que suficiente.
Sin embargo, la intimidad se compone de cocinar juntos, pasear por la sala en ropa interior, bañarse juntos, aplicar el truco de la media copa de vino y otras cotidianidades como pareja que podrían perderse con otra persona dentro del hogar.
Proponle visitas, no una convivencia
3
Si el problema es que tu suegra necesita más atenciones y tu esposo quiere brindárselas, quizás porque no comparten suficiente tiempo, proponle que se organicen para visitarla más seguido e incluso invitarla a casa un fin de semana, pero no una convivencia.
Al mantenerles unidos en visitas, es seguro que descartará la idea de llevarla a casa a vivir con ustedes, así que hazlo de inmediato.
Aplica estos tres consejos e intenta sacarle de la cabeza a tu esposo la idea de llevar a tu suegra a vivir, porque una vez pise la casa, será muy difícil que puedas dar marcha atrás. La mamá de tu pareja puede ser maravillosa persona, pero compartir un techo puede cambiarlo absolutamente todo.
