6 medicamentos que te hacen perder la memoria, según expertos
Estos medicamentos tienen componentes que pueden dañar tu memoria y otras habilidades cognitivas, por lo que debes tener precaución y, si existe la posibilidad, cambiarlo por otro fármaco que cumpla sus funciones sin dejar efectos secundarios
Aunque algunos de los fármacos son necesarios, debido a alguna afección de salud, con ayuda de tu médico puedes ajustar la dosis o cambiar el tratamiento. Crédito: Shutterstock
El uso de medicamentos, sean vitales o no, siempre es un proceso que puede dejar efectos adversos en tu cuerpo. Así como hay fármacos que provocan la caída de tu cabello, y otros que pueden reducir tu deseo sexual, la Confederación Española de Alzheimer recopiló un listado de medicinas que podrían darte problemas con la memoria, a largo plazo.
No todos están destinados a tratar una afección del sistema nervioso, como los antidepresivos o anticonvulsivos. En realidad, algunos tienen componentes que simplemente pueden dañar tu memoria y otras habilidades cognitivas, por lo que debes tener precaución y, si existe la posibilidad, cambiarlo por otro medicamento que cumpla igual sus funciones.
Estos 6 medicamentos pueden deteriorar tu memoria
Protectores gástricos
1
Este tipo de medicamentos, que seguro conoces como omeprazol, lansoprazol y esomeprazol, farmacológicamente también son llamados inhibidores de la bomba de protones (IBPs), que aumenta de manera significativa el riesgo de desarrollar demencia.
Si bien son medicinas necesarias para muchos pacientes, debido a la acidez estomacal y reflujo gastroesofágico, lo ideal es consumirlos en una dosis baja o tal vez someterte a estudios que puedan acabar con el problema de raíz.
Anticolinérgicos
2
En su explicación más científica, estos medicamentos sirven para reducir o bloquear los efectos producidos por la acetilcolina (un neurotransmisor) en el sistema nervioso central. En pocas palabras, es una medicina para el cerebro: clorfeninamina, el metocarbamol o la ranitidina.
Según los expertos, estos fármacos afectan la memoria y la capacidad de atención. Incluso, pueden causar delirio en adultos mayores.
Antidepresivos
3
La amitriptilina, clomipramina, imipramina son antidepresivos tricíclicos, que si bien calman los síntomas de depresión, también afectan significativamente las habilidades mentales.
Sin embargo, estos fármacos prácticamente ya no se comercializan, debido a las nuevas generaciones de antidepresivos que han surgido y que arrojan menos efectos secundarios.
Los antidepresivos también forman parte de la lista de medicamentos que pueden quitarte el sueño y no te das cuenta.
Medicamentos contra la ansiedad
4
Debido a sus efectos calmantes y antipsicóticos, los fármacos contra la ansiedad, como diazepam, flurazepam, lorazepam y alprazolan (benzodiacepinas), disminuyen tu velocidad mental para procesar y responder ante lo que te rodea. Es como si tu cerebro fuese a cámara lenta en algunos pasajes rutinarios. Asimismo, afectan tu memoria y cognición.
Medicamentos para afecciones cardiacas
5
Son los fármacos que menos alteran tu memoria durante su consumo, pero no implica que no pueda afectar tu memoria y procesos cognitivos.
La digoxina, que es un agente antiarrítmico, así como la disopiramida y quinidina, también pueden provocar delirio, aunque en muy pocos pacientes.
Anticonvulsivos
6
Otro medicamento de consumo fundamental para las personas que sufren epilepsia. Si bien son necesarios para evitar las convulsiones, a largo plazo pueden afectar tu memoria, el lenguaje, la capacidad de atención y algunas funciones de ejecución.
Algunos de esos fármacos son fenobarbital y topiramato. Los expertos concuerdan en que la mayoría de efectos adversos suceden con tratamientos antiguos contra las convulsiones.
Tener esta lista en tu conocimiento es vital para que converses con tu médico particular y puedas optar a dosis justas, e incluso un fármaco que esté diseñado para no provocar pérdida de memoria. Bajo ningún motivo, te recomendamos suspender algún fármaco que te haya sido recetado, según tu condición.
La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.
