Madres en deconstrucción: Este día de las madres, regálate escucha y autovaloración
Las madres agudizamos el oído, pero casi siempre para escucharlos a ellos, esas personas que nos llaman, mamá
La maternidad, instintivamente nos hace pensar y escuchar primero las necesidades del hijo o hija, pero ¿dónde quedamos en ese camino? Crédito: PeopleImages.com - Yuri A | Shutterstock
Es cierto, la vida tiene un antes y un después de ser madres. Antes de concebir o dar a luz somos personas con intereses individuales y propios, después de recibir ese título, casi nos convertimos en un millón de personas a la vez.
Con la maternidad nos convertimos en psicólogas uno, máquinas expendedoras de alimentos, aprendices médicos para sanar heridas con besos y “la colita de rana”, pero creo que lo importante es no perdernos en el aluvión de oficios.
Recuerdo que los primeros días en que sostuve a mi hija en brazos, perdí la noción del tiempo. Dormía con ella, me alimentaba o intentaba bañarme cuando ella dormía.
Y, desde entonces, las noches se hicieron cada vez más largas y poco descansadas. Al principio escuchaba su respiración, luego, escuchaba sus pesadillas y hoy, escucho sus pasitos directo a mi cama.
Sí escuchamos, pero al ser madres no lo hacemos con nuestras necesidades
El oído se agudizó para comprender sus nuevas palabras y llantos propios del hambre, sueño, frustración, cansancio; voy adivinando cada uno de ellos conforme pasa el tiempo.
También escuhé cuando empezó a balbucear sus primeras palabras. Escuché sus primeros pasos, Escuché cuando rompió su primer jarrón.
Hoy escucho cómo juega a la pelota o la narrativa de sus historias mientras juega con amigas y juguetes.
Ya construido un ecosistema más independiente para ella, puedo verme frente al espejo y comenzar a reencontrarme con ese persona de hace más de 5 años, y parece un enigma.
Mar Talanquer, experta en Embodiment Life Coach de Mujeres, explicó en el podcast de En Defensa Propia, conducido por Erika De la Vega, que “aprender a sentir y reconocer las señales de nuestro cuerpo a través del sistema nervioso es fundamental para vivir desde la confianza”.
Asimismo, destacó que la creatividad y la intuición también se benefician al desarrollar una escucha atenta de nuestro cuerpo, especialmente siendo madres, en lugar del miedo, el desgaste y la ansiedad.
¿Cuántas veces, en esto de la maternidad, sentimos que el camino está truncado, que no cumplimos con el estándar, o que nuestro hijo peligra incluso bajo nuestro cuidado?
Luego de escuchar a Talanquer, comprendo que la clave está en prestar la misma atención que dedico a mi hija, pero dirigido a mi sistema nervioso.
Sin embargo, el camino no es fácil. Mar enfatizó que el proceso de cambio no comienza con los pensamientos, sino con la comprensión de cómo nos sentimos en nuestro cuerpo y cómo eso influye en nuestros pensamientos.
Talanquer revela la importancia de la conexión mente-cuerpo y, cómo aprender a interpretar y responder a las señales de nuestro sistema nervioso, para vivir con mejores herramientas que permitan enfrentar desafíos y tomar riesgos necesarios, a fin de alcanzar los propios objetivos de una verdadera expansión personal.
Este Día de Las Madres: Escucha a tu cuerpo
De hecho, según la ciencia, existe un término que define “escuchar tu cuerpo”, es conocido dentro de la comunidad científica como: intercepción.
Se trata del proceso por el que el cerebro detecta las señales del cuerpo y asume su significado, pero ¿cuánto de eso escuchamos durante el día?.
En general, la intercepción nos dice cuándo tenemos sed, hambre, dolor muscular o cualquier otra evidencia de que algo pasa en nuestro organismo, pero ¿lo atendemos en el momento? o ¿eres como yo que solo escucha a su cuerpo ya casi al límite?
“Una buena intercepción se traduce en una conexión ideal con el cuerpo que permite captar mejor esas señales”, explica Jonathan Gibson, profesor asociado de psicología en la South Dakota School of Mines and Technology.
Por otro lado y, en palabras de la instructora de Yoga para Nike Alex Silver-Fagan, “escuchar a tu cuerpo también consiste en conectar cuerpo y mente para moverte de una forma que te aporte lo que necesitas física y emocionalmente”.
Entendiendo este concepto, dejaríamos de estar sujetos a exigencias ajenas a ti, ya sean familiares, de trabajo y, peor aún, estigmas sociales, sí podríamos estar más conectadas con ese cuerpo que nos pertenece.
Sí como mamá, estás transitando el camino oscuro de no pensar en ti, la invitación es a buscar una actividad que te permita conectar con el ahora, sí, ya sé, suena ambigüo y seguro dirás: ¿cómo hago eso?.
¿Cómo escuchar a tu cuerpo, al menos, una vez al día?
Aprender a esucharnos es un ejercicio que puede llevar tiempo, lo importante es comenzar, y comenzar cada día con más intención.
Efren Martínez Ortíz, escritor y psicoanálista, asegura que una vez que comienzas un nuevo hábito positivo, al segundo día debes hacerlo más firme porque es cuando las creencias limitantes intentarán sabotear tu progreso.
Por eso, te invito diariamente, a intentar contectar con alguna emoción propia, no la de tu hijo, no la de tu trabajo, no la de tu pareja.
Intenta crear una conexión con eso que te genera euforia, plenitud y amor. Identificar estas emociones te puede ayudar a encontrar más pronto el camino para repetirlas y luego, eventualmente, generar el espacio para tenerlas incorporadas día a día.
Lo mismo con el miedo y el cansancio. Estas suelen estar mucho más frecuentes, pero las omitimos y elegimos escuchar al entorno, cuando realmente tu hijo necesita más a una madre descansada y feliz, que abrumada por el miedo y el cansancio.
Y tercero, practica la gratitud. Sí, agradecer tu vivienda, la comida, la buena salud, el amor de tus amigas.
Agradecer parece una ‘cosa rara’, pero definitivamente cambia la perspectiva en momentos donde el sistema nervioso está dominado por el cortisol.
¡Spoiler alert! Busca espacio de compañía por otras mamás que comienzan a escucharse
Evita aislarte. Encuentra el momento y a la persona para conversar de tus planes, proyectos, asuntos que deseas hacer en función de tus objetivos fuera de la maternidad, sí, entiendo que al final todo lo hacemos por esas personas maravillosas que nos eligieron, pero escucharte será el mejor regalo para ti, este Día de las Madres y cada día.
Debo irme a buscar a mi hija al colegio, pero nos seguiremos leyendo muy pronto.
Recuerda que me gustaría conocer tu historia sobre cómo vives la maternidad. Sígueme y deja tus comentarios que los leemos.
Conoce más sobre la autora: Mi viaje como “Madre en deconstrucción” arrancó hace más de 5 años cuando supe que estaba embarazada en medio de una migración obligada. Estuve en pareja con el progenitor de mi hija por más de 11 años. Me separé post crianza, fui madre separada y luego me volví a enamorar. Inicié un ciclo de sanación holística para deconstruir los vínculos familiares de la infancia y, actualmente vivo la maternidad, la migración, los cambios de la vida acompañada por una terapeuta clínica. Sí, para mi la maternidad no es rosa, la maternidad para mi es un desafío constante que te obliga a deconstruir todo lo que sabes, aprender cosas nuevas y volver a ensamblar las piezas rotas, de nuevo, cada día.
