Divorcio: 5 etapas de tu matrimonio en las que tienes mayor riesgo de separarte, según expertos

La luna de miel es una etapa tan romántica, que luego de que termina, puedes sentir un bajón sentimental y entrar en la realidad de que el matrimonio y su rutina ha comenzado. De hecho, hay quienes lo viven como un luto tras el término de la maravillosa fase.

Sin embargo, la coach doctora Kalley Hartman, psicóloga clínica especializada en sociología, aclaró que el riesgo de separación o divorcio no ocurre inmediatamente después, sino desde unos meses hasta un par de años después.

“La marca de tres años generalmente se considera como el período en el que muchas relaciones se rompen debido a esta transición del enamoramiento al compromiso a largo plazo”, explicó.

Cuando tus emociones se ordenan, el “estamos destinados a estar juntos” y las famosas mariposas en el estómago pasan a una cruda realidad de que algunas parejas no se recuperan.

Dependerá de cómo afrontes la maternidad o paternidad. Desafortunadamente, la emoción de tener hijos puede conducir más adelante a una impensada ruptura, debido al estrés y el agotamiento de las nuevas responsabilidades.

En este caso, el riesgo de divorcio se presenta inmediatamente después que el niño nace, ya que exige más de la pareja y la relación, dice la doctora Lola Noero, psicoterapeuta y asistente de director clínico en Manhattan Therapy.

“La falta de sueño, los nuevos roles abrumadores, las dificultades para equilibrar el trabajo y la familia, el aumento del nivel de ruido y el estrés crónico juegan un papel importante”, advierte la experta. El solo hecho de colocar al bebé en medio de la cama ya produce una “separación” física de la pareja.

De acuerdo al bufete de abogados Jackson White, ubicado en Arizona e integrado por expertos en derecho familiar, separaciones legales, manutención y custodia de hijos, el séptimo año de matrimonio es uno de los más propensos a una separación.

“A medida que avanzan las relaciones, es común que las parejas caigan en una rutina o se vuelvan monótonas con el tiempo”, dice la doctora Kalley Hartman, aclarando que durante el séptimo año ya has vivido lo suficiente con tu pareja como para que la rutina pueda convertirse en un peligro.

“Puedes sentir que se están separando o perdiendo interés, lo que genera disputas que causan tensión”, añadió.

Tiene un poco de superstición, por ser el doble de tiempo en referencia al séptimo año. Además, los más pesimistas indican que luego de los 15 años ya no hay nada nuevo que vivir con esa persona, por lo que lo más sensato sería dejarlo todo.

“Si las parejas tienen problemas a los 15 años, quizás han olvidado cómo ser amigos, se distanciaron y comenzaron a vivir como si fuesen compañeros de cuarto o hasta hermanos”, explica Kim Polinder, una tiktoker especializada en consejos de pareja.

Sin embargo, para ella la cifra no tiene relevancia, puesto que podría ocurrir antes. “Nunca aprendieron realmente cómo resolver conflictos y se terminaron desconectando”, dijo.

Los hijos quizás ya se han ido de la casa y, sin niños que cuidar y sin un trabajo que cumplir, la jubilación obliga a que la pareja se quede estática en casa, contribuyendo a una peligrosa rutina que acaba con el matrimonio.

Muchas parejas se dan cuenta de que durante mucho tiempo, lo único que les unía era el cuidado de los hijos, lo cual es lamentable. Sin embargo, a otros les deja en una extraña confusión.

“A veces, las parejas se quedan mirándose durante el café de la mañana pensando ‘¿Y ahora qué? ¿De qué hablamos ahora’?”, planteó la doctora Lola Noero.

También ocurre que algunas parejas ven la partida de los hijos como una nueva oportunidad de vivir y descubren que sus expectativas han cambiado. “A medida que cambian y evolucionan, no permanecen en la misma sintonía”, señaló.