Cómo saber si sufro de ansiedad: 9 señales claras y dictadas por expertos

A través de las señales que indica la guía del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, te ayudamos a saber si pudieras estar sufriendo de ansiedad

Señales de ansiedad dictadas por expertos

La ansiedad es un grupo de sensaciones que no puedes controlar, llevándote a una fuerte lucha contra tus propias emociones. Crédito: Shutterstock

El psicoterapeuta venezolano Carlos Fraga, reconocido por sus programas de autoayuda como La vida es hoy, ofrece una definición muy acertada sobre la ansiedad: es tu mente yendo mucho más rápido que tu cuerpo. Se trata de un trastorno psicológico que jamás debe subestimarse y tampoco asociarse a malos hábitos cotidianos.

Aquello de “tengo ‘ansiedad’ de dulce” no tiene absolutamente nada que ver con la enfermedad real. Más bien, ya eso sería una adicción o incluso algo que formaría parte de un trastorno alimentario.

Es vital que sepas estos detalles por dos motivos: el primero es para que mejores tu empatía con alguien que podría estar padeciendo de un trastorno de ansiedad, y lo segundo es para que tú mismo identifiques que lo estás sufriendo, lo reconozcas (¡Fundamental!) y trabajes en ello para que no evolucione a síntomas severos, como un ataque de pánico.

Mediante la guía del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos (NIHM), te revelamos algunos para detectar que la ansiedad quiere apoderarse de ti.

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9 señales claras de que estás sufriendo de ansiedad


Sientes nervios que no logras controlar

1

Es la señal más común de ansiedad. Es un estado de nerviosismo que no puedes controlar, ante distintas situaciones diarias, por ejemplo: alguna deuda pendiente, la idea de llegar tarde al trabajo o la simple sensación de inseguridad en la calle.


Te preocupas más de lo que deberías y eres consciente de ello

2

Esto es clave, porque estás reconociendo que un hecho puede preocuparte más de lo que deberías. Sin embargo, saber eso no significa que deje de inquietarte. Incluso, encontrar una solución no calmará la preocupación hasta que realmente puedas accionarla.


Te cuesta relajarte

3

Te sientas, respiras e intentas distraerte, pero por más que lo haces no logras relajarte. Un trastorno de ansiedad requiere herramientas muy personales para realmente hallar una tranquilidad, y esto se obtiene mediante una terapia profesional.



Llevas todo al peor escenario

4

Imagina que estás comiéndote las sobras de un pollo que preparaste el día anterior, pero desafortunadamente te cayó pesado. Quizás comiste con prisa, no masticaste bien tus alimentos o no reposaste para una buena digestión.

Sin embargo, tu ansiedad te lleva al peor escenario: que el pollo estaba descompuesto, pese a que sabía bien, y ahora tienes miedo de contraer Salmonella.

Por si acaso, te explicamos cómo debes guardar tus sobras en el refrigerador para prevenir una intoxicación alimentaria.


Te impresionas con facilidad

5

Es la forma “bonita” de decir: tengo los pelos de punta. La ansiedad aumenta tu sentido de la impresión, por lo que cualquier evento podría crear en ti un efecto mayor, en comparación con los demás.

Esto no siempre está relacionado con lo negativo, como los accidentes o las malas noticias vistas en un sitio informativo. Impresionarte demasiado por algo positivo, como la visita de un amigo o recibir un regalo, también es señal de ansiedad.


Sientes dificultad para tragar

6

Cuando sufres de ansiedad sueles tener sensaciones de ahogo, caracterizadas por la falta de aire o la dificultad para tragar.

Si estás comiendo y te ahogas con un grano de arroz, algo que puede sucederle a cualquier persona, tu ansiedad hará que pierdas el apetito o que incluso sientas que ese grano de arroz permanece horas allí.


Tiendes a sudar y marearte

7

Cuando no está asociado a un diagnóstico hormonal o al exceso de transpiración, el sudor en las axilas, manos y pies pudiera relacionarse a un trastorno de ansiedad.

Al igual que la sudoración, esos mareos solo se producen durante o después de una situación que te genera preocupación y que dispara sus signos de ansiedad.


Debes ir al baño tras una situación que te preocupa

8

Otro síntoma que detona en tu cuerpo a causa del trastorno psicológico. Las sensaciones de miedo y el exceso de preocupación puede generar una reacción estomacal que te obliga a ir al baño.

Es casi seguro que también ocurra durante un ataque de pánico, siendo la evacuación abundante y de floja consistencia.


Tienes problemas para concentrarte

9

A menos que se trate de un trastorno de déficit de atención u otra condición que altere la concentración, la ansiedad puede provocarte problemas para concentrarte.

Debido a que estás pensando únicamente en algo que te inquieta, una y otra vez, es menos probable que puedas dedicarte a tus actividades cotidianas, sobre todo las laborales.

Identificar estas señales es beneficioso para que aprendas a controlarlas, con la guía y herramientas de un profesional en la salud mental. Una vez que las haces parte de ti, desde la consciencia, evitarás que evolucionen a síntomas físicos como el aumento del ritmo cardiaco. También estarás trabajando para prevenir la necesidad de tomar medicamentos.


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