Estrés y ansiedad: compartir con amigos los reduce especialmente en las mujeres, afirma un estudio
La investigación halló la relación e impacto entre comunicarse y la respuesta del cortisol (hormona del estrés) cuando las mujeres jóvenes y mayores hablan entre sí sobre sus problemas
Tomarte un café con una amiga o reunirte con los más cercanos puede reducir de forma signifiativa los niveles de estrés y ansiedad, así lo confirmó un reciente estudio de la Universidad de Illinois Urbana Champaigns. Indudablemente es un dato que luce como salvavidas ante los actuales tiempos de pandemia por el Coronavirus, y que han afectado la salud mental.
Por impresionante que parezca, una sencilla charla con tus amistades ofrece resultados maravillosos, desde desahogarte hasta recuperar el ánimo. Un grupo de investigadores del Instituto Beckman de Ciencia y Tecnología Avanzadas, perteneciente a la Universidad, comprobó que aquellas mujeres que tienen buenas amigas y se comunican constantemente disminuyen la hormona del estrés.
Los científicos estudiaron la relación e impacto entre la capacidad de comunicarse y la respuesta del cortisol (la hormona que se libera como respuesta al estrés), cuando las mujeres jóvenes y mayores hablan entre sí para compartir y resolver sus problemas.
Michelle Rodrigues y Si On Yoon, ex investigadoras postdoctorales del Instituto Beckman, lideraron el hallazgo donde se evaluó también cómo la edad y la familiaridad de los interlocutores afecta positiva o negativamente una conversación. De esto modo se obtuvieron datos sobre la eficacia del ‘feedback’ y las respuesta al estrés durante la comunicación.
Las mujeres más jóvenes tienen mayor dificultad para comunicarse con extraños
Los resultados publicados en la revista Journal of Women and Aging arrojaron diferencias en la forma en que se expresan los círculos amistosos según sus edades. En este sentido se comprobó que el lazo amistoso, sobre todo entre dos mujeres, tiene un vínculo beneficioso importante para la salud mental, reseñó News 18.
Un total de 32 mujeres dividades en dos grupos participaron en la investigación: uno con edades comprendidas entre 62 y 79 años y el otro entre 18 y 15 años. Cada una de ellas estuvo acompañada de un amigo o un desconocido. La idea era que entablaran una conversación para poder analizar los resultados.
De esta forma se comprendió que las mujeres más jóvenes se comunicaban perfectamente bien con los amigos, pero tenían dificultad para interactuar con los extraños. Sin embargo, el grupo de mayor edad demostró que se les hacía más sencillo entablar una charla amena con alquien que apenas conoce.
Los investigadores descubrieron además que la amistad tiene el mismo efecto con el paso de los años, por lo que continúa reduciendo notablemente el estrés y la ansiedad.
Michelle Rodrigues, una de las líderes del estudio y especialista en antropología, concluyó que las mujeres han desarrollado un «mecanismo alternativo en respuesta al estrés».