Antibióticos: Para qué sirve la levofloxacina y cómo debes tomarla
Al igual que otros antibióticos, la levofloxacina guarda indicaciones médicas que debes cumplir para que sea efectivo su tratamiento contra cierto tipo de infecciones
La presentación de la levofloxacina es en tabletas y solución, para administrarse por vía oral. Crédito: Shutterstock
Luego de explicarte el método correcto para tomar amoxicilina, uno de los antibióticos más comunes, ahora pasamos a uno más sofisticado: la levofloxacina. Si bien ambos medicamentos funcionan para tratar infecciones, cada uno está destinado a combatir mejor cierto tipo de infección, y allí es donde debes poner cuidado.
En el caso de la levofloxacina, los expertos de MedlinePlus indican que este fármaco sirve para tratar infecciones en los senos nasales, los pulmones, sobre todo cuando hay problemas respiratorios. También es efectivo contra infecciones del trato urinario, riñones, vejiga y la próstata.
También aclaran que no es el medicamento adecuado para tratar síntomas de resfriado o influenza, sino únicamente cuando haya una infección confirmada, siendo tu médico quien decida que es el tipo de antibiótico que necesitas.
En algunos casos más severos, la levofloxacina también se receta a pacientes con:
- Endocarditis (infección de las válvulas y revestimiento del corazón)
- Enfermedades de transmisión sexual
- Infección por Salmonella
- Infección por Shigella
- Inhalación de ántrax
- Tuberculosis (TB)
Cómo debes tomar el antibiótico levofloxacina
Generalmente, se toma una vez al día. Su presentación es en tabletas y solución, para administrarse por vía oral. Asimismo, la duración del tratamiento depende del tipo de infección que hayas contraído, pudiendo ser 5, 7 o hasta 10 días.
Si lo consumes en tabletas, puede ser en ayunas o con alimentos, aunque es más recomendable hacerlo después de comer. Y lo correcto es beberlo únicamente con agua.
Por su parte, la solución sí debe tomarse una o dos horas antes de comer.
También es conveniente que cumplas con la levofloxacina en el mismo horario, todos los días, siguiendo estrictamente las recomendaciones del médico tratante. Nunca reduzcas o aumentes la dosis sin consultarlo y tampoco lo extiendas más allá de los días pautados.
Los expertos apuntan que después de los primeros días deberías sentir una mejoría en tu condición, de lo contrario, si sigues igual o los signos empeoran, comunícate con tu médico.
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La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.
