Por qué nunca deberías aguantar o retener los «pedos», podría ser hasta peligroso
Dos expertos en salud pública e investigación explicaron las razones por las que nunca deberías aguantar los gases intestinales o flatulencia, ya que al convertirse en un hábito podrías sufrir consecuencias graves
¿Alguna vez escuchaste a tus abuelos decir: «Prefiero perder un amigo que un intestino»? Pues tal vez tenían mucha razón, porque el simple hecho de aguantar un gas o flatulencia, coloquialmente llamado «pedo», comienza a provocar molestias en el estómago.
Quizás no sea tan nocivo retener alguno, cuando estás en un lugar público o todavía no tienes la confianza de soltarlo delante de tu pareja. Sin embargo, cuando se convierte en un hábito, puede generar varios problemas de salud.
En los casos más raros y severos, que además son muy pocos, podría causar la muerte.
El doctor Pedro Pinheiro, especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro, asegura que «eliminar los flatos es normal y le sucede a todos», por lo que si bien sería vergonzoso en un lugar público, se debe tratar de buscar la manera de expulsarlo.
Incluso, echarse «pedos» podría ser un síntoma de buena salud, puesto que una alimentación rica en vegetales aumenta los gases y el tamaño de las heces.
Claro, a menos que el olor sea significativamente desagradable, lo que también indica otros signos que no son buenos. Pero el verdadero problema cuando no los liberas y te sobrecargas.
Por qué NO debes aguantarte los «pedos»
La doctora María Mercedes Sánchez, responsable del Departamento de Información Científica de Laboratorios MARNYS, en España, explica que al retener los gases intestinales, empiezas a desarrollar dolores y molestias.
Esto se debe a distensión abdominal o hinchazón y las contracciones espasmódicas, que generan principalmente dolor. De acuerdo a estudios científicos, lo normal es que una persona libere entre 13 y 21 gases diarios.
La distensión es un aumento en el tamaño del abdomen, producto de una hinchazón que es visible o sensible al tacto. Mientras que las molestias son calambres y la sensación de nudos.
Según explica la especialista, el dolor abdominal se produce «cuando estos gases quedan atrapados en el tracto digestivo o presentan dificultad en el avance del aire«.
Y si la molestia es persistente, podría ser un signo del síndrome del colon irritable, una enfermedad que aunque es muy frecuente, necesita cuidados especiales para que no empeores ni se vuelva crónica.
Lo más importante es que no se convierta en un hábito, sino en una situación puntual, incluso procurando apartarte o escaparte unos segundos para liberar la flatulencia. Nadie va a juzgarte por hacerlo, ya que es una necesidad común de los humanos.
Pero si insistes en retenerlos una y otra vez, pueden aumentar los efectos de la diverticulitis, como las complicaciones digestivas, obstrucciones o inflamaciones. En situaciones extremas puede asociarse con enfermedades o trastornos letales, por lo que debes acudir de inmediato con un médico.
La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.