Diario de un padre primerizo: el trabajo me aleja de mi bebé, qué hago
En esta sección quiero contarte todas mis experiencias como papá primerizo, empatizar contigo, ofrecerte consejos que voy aprendiendo y contarte los errores que llegué a cometer
¡Hola, hola! ¡Papá primerizo! ¿Cómo te ha ido en la crianza de tu bebé? ¿Has podido dormir mejor? Recuerda que el apoyo emocional es importante para mamá, incluso si no te sientes seguro al cambiar un pañal o qué hacer cuando no para de llorar. Sin embargo, hoy quiero hablarte de un tema sensible y que tal vez te preocupa mucho: cuando el trabajo te aleja de tu bebé.
Ahora que eres papá, que lo somos, tu empleo se convierte en un elemento fundamental, puesto que sostienes económicamente las necesidades de tu hijo. Por ejemplo: los pañales, la leche de fórmula, en caso de que lleva una lactancia mixta, o las vacunas que debes colocarle a tu bebé.
Pero también es normal que la cantidad de horas que dedicas a tu trabajo te hagan sentir que estás alejado de la paternidad. Yo particularmente llegué a sentirlo y puedo decir con propiedad que es una sensación horrible, espantosa. Es como si una voz te dijera: “crece muy rápido y no lo estás aprovechando”.
Incluso, recuerdo que un día llegué a casa, precisamente del trabajo, y mi esposa me contó que nuestro hijo se descubrió un pie, puesto que lo sostuvo con su mano, dejando una imagen muy hermosa. Afortunadamente, pude ver un par de fotos del momento, pero sentí una profunda decepción por no haber estado allí.
Y puedo garantizar que sí, los bebés crecen demasiado rápido. Siento que nació hace un par de días y realmente ya cumplió tres meses. Me parece una barbaridad cómo el tiempo puede pasar sin siquiera darte cuenta.
Qué hago si el trabajo me aleja de mi bebé
Lo primero que puedo recomendarte es que no te agobies por esa sensación, porque no significa que debas dejar tu trabajo (aunque depende). Recuerda que gracias a tu esfuerzo diario, no solo apoyas a mamá económicamente, sino que llevas a casa todo lo que tu bebé necesita.
A menos que se trate de un empleo que te consume más de las horas que indica una ley, que tengas que alejarte demasiado de casa o que la relación esfuerzo-ganancia esté desproporcionada, yo te diría que conserves tu trabajo, agradezcas a Dios y actives un plan para compartir con tu hijo.
Y aquí es donde va mi segundo consejo: aprovecha cada instante, por muy corto que sea, de disfrutar de tu bebé. Yo tengo la fortuna de trabajar desde casa, pero aun así, tengo que aprovechar cada momento antes de meterme de nuevo en mi “burbuja laboral”.
Aunque sea lo más hermoso e ideal, no necesariamente ese compartir tiene que ser una tarde en el parque o una noche entera de juegos. Tu bebé está muy pequeño y realmente lo que debes darle son atenciones, presencia y gestos.
Cambiar un pañal, cargarlo con un amoroso abrazo, tenerlo a tu lado, así esté dormido, mientras mamá aprovecha de darse un baño. Preparar su biberón, sacarle algunos gases, mirarlo a los ojos con un “te amo”, brindarle una bendición o sencillamente agradecer porque es un bebé sano, son maneras muy genuinas y efectivas de eliminar esa sensación de lejanía.
Otra manera muy acertada de hacerlo es apoyando a mamá. Estar en la oficina y llamar a tu esposa para saber de tu bebé, dedicándoles al menos 5 minutos, es un gesto hermoso y valioso.
Llegar a casa con buena actitud, llevarle un obsequio o simplemente escuchar cómo estuvo su día con el bebé, son detalles que indudablemente te mantienen presente en esta difícil y maravillosa etapa.
Mi consejo final: no te lamentes tanto por un momento en el que no pudiste estar, sino que asegúrate de que no te pierdas el próximo y agradece por aquellos en los que sí estuviste. Querido papá primerizo, sí, los bebés crecen rápido, muy rápido.
Desde la sección de comentarios, comparte con nosotros y otros lectores cómo fue tu experiencia como padre primerizo, cuando sentiste que el trabajo te alejaba de tu bebé. También te invitamos a ofrecer más consejos y anécdotas.