Crianza respetuosa: Por qué es mejor enseñar a tu hijo a cooperar que a obedecer y cómo
“Tienes que obedecerme porque yo soy tu papá/mamá”, puede ser lo primero que quieras decirle hay tu hijo, pero es bueno preguntarse “¿Qué le estoy enseñando a mi hijo con esto?”
La obediencia no da espacio a la reflexión de lo que se realiza, a la meditación y evaluación de la figura de autoridad y si las indicaciones que da son éticas o no. Crédito: Pexels
Cada vez más padres se interesan por la crianza respetuosa en un intento de ofrecer una mejor educación a sus hijos, haciéndolos sentir escuchados, con criterio y con las herramientas necesarias para hacer frente a la vida a medida vayan creciendo, pero aun así es difícil deconstruir la creencia de que los niños tienen que obedecer a sus papás. Te explicamos por qué es mejor enseñar a tu hijo a cooperar y como hacerlo.
Los padres, tutores o cuidadores de los niños se pueden sentir muy impotentes en el momento que le dicen a su hijo qué deben hacer y el pequeño opta por hacer otra cosa. Los adultos tenemos un conocimiento del mundo, los peligros y las normas sociales que ellos apenas están aprendiendo y podemos pasar malos ratos o bochornos cuando deciden no hacer caso.
¿Qué es la obediencia?, y ¿por qué no debería ser considerada un valor?
“Tienes que obedecerme porque yo soy tu papá/mamá”, puede ser lo primero que quieras decirle, pero es bueno preguntarse “¿Qué le estoy enseñando a mi hijo con esto?”.
Ten presenta que la infancia es una etapa en la cual tu hijo aprenderá conductas que serán para toda la vida, consciente o inconscientemente.
La “obediencia” se define como la acción de acatar la voluntad de la persona que manda, de lo que establece una norma o de lo que ordena la ley. Es decir, la disposición a ejecutar las instrucciones que le son dadas, especialmente cuando las imparte alguna figura de autoridad.
Sin embargo, la obediencia no da espacio a la reflexión de lo que se realiza, a la meditación y evaluación de la figura de autoridad y si las indicaciones que da son éticas o no.
Por tanto, a pesar de que suena tentador que tu hijo sea “obediente”, porque parece que de esa manera la crianza sería más sencilla, sólo imagina cuando ya no sea un niño y sea obediente de un empleador déspota, de una pareja tóxica o de un abusador.
La cooperación de tu hijo es mejor que la obediencia
En cambio, la cooperación es una estrategia aplicada al objetivo que desees lograr con tu pequeño, mediante la cual le das a tu hijo las herramientas para formar su propio criterio, comprender las normas sociales y desarrollar empatía.
La influencer de crianza respetuosa, Machy Guerrero, madre y psicóloga, compartió un video en TikTok en el que simuló una situación: estar con tu hijo de tres años en el hospital.
Los centros de salud muchas veces nos hacen tener que estar en una sala de espera, un sitio que para los niños puede ser retador por ser poco estimulante.
Guerrero dijo que sólo decirle a tu hijo: “compórtate, estamos en un hospital” puede ser muy ambiguo para él o ella.
“No sabe qué significa ‘estar en un hospital’ y apenas está aprendiendo las normas sociales”, señaló.
En cambio, propuso enseñarle al niño que los hospitales son lugares a los que van personas que se sienten mal y donde los doctores deben realizar evaluaciones que requieren silencia, como escuchar el corazón.
Cada discurso se puede adaptar a la edad del infante. Pero las cosas no consisten en explicarles y ya, hay que ayudarlos a que cooperen a través de recursos, como cuadernos para colorear, libros, o contarles historias, etc.
Aprovechar este tipo de oportunidades para nutrir las capacidades sociales y relacionales con tu hijo es invaluable.
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