Cómo aliviar la tos de tu bebé: 5 remedios caseros y efectivos
Ya sea para aliviar la tos seca o con flemas, te compartimos algunos remedios caseros, naturales y efectivos, para calmarle la molestia a tu bebé
Sin tener que optar a medicamentos, a menos que el pediatria lo considere, existen remedios caseros para aliviar la tos de tu bebé. Crédito: Shutterstock
Generalmente, la tos seca es la única a la que deberías aplicarle un tratamiento cuando la padece tu bebé, ya que es la más molesta. En cambio, si tiene tos productiva o con flemas, lo normal es esperar que el propio niño o niña pueda ir moviéndola. Sin embargo, si le impide descansar durante la noche, lo correcto es que el pediatra le coloque un jarabe antitusivo u otro método natural.
Con el aporte del licenciado Armando Bastida, enfermero y quien ofrece servicio de pediatría en un Centro de Atención Primaria, te ofrecemos algunos remedios caseros para calmarle la tos a tu bebé. Antes de aplicarlo, lee muy bien cada paso y considera cuántos meses tiene tu pequeño.
5 remedios caseros para aliviar la tos de tu bebé
Miel
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Los expertos recomiendan la miel, para aliviar la tos, en bebés mayores de 12 meses y siempre mezclada con un poco de leche o agua caliente.
Una vez que puedas dárselo, es casi seguro que encontrará un poco de calma en la garganta y vías respiratorias.
Hay quienes optan por mojar el chupete con miel, pero esta técnica carece de efectividad, porque la cantidad no es suficiente, quizás la bote al babearse y también podría rechazarlo.
Cebolla cortada
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En un artículo anterior, te compartimos 3 remedios caseros a base de cebolla para aliviar la tos. Sin embargo, cuando se trata de un bebé, el tratamiento no es para consumirlo, sino para olerlo.
Si bien no está avalado científicamente, los remedios con cebolla pertenecen a los tradicionales “consejos de la abuela”, y en este caso podría darte resultados efectivos.
Vas a cortar una cebolla (blanca o morada) en dos o más trozos, colocándola en un plato y situándola cerca de donde duerme tu bebé. Puedes ubicarla a un metro, como mínimo.
Al estar cortada, la cebolla va a emitir sulfóxido de tiopropanal, que es el “gas lacrimógeno” que te hace llorar cuando la cortas. En el caso de un bebé, respirar ligeramente ese gas va a humedecer su garganta, lo que le aliviará la tos.
Activa un humidificador
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El humidificador tiene doble ventaja, y es que actúa en caso de tos seca y tos con flemas. En el segundo caso, ayuda a que las secreciones continúen siendo líquidas y tu bebé pueda expulsarlas mejor.
La única tarea que debes cumplir es que limpies y seques el humidificador todos los días, para evitar que se contamine de hongos o bacterias que afecten al pequeño. Tampoco es conveniente que lo uses en exceso, para no crear un ambiente muy húmedo.
De acuerdo al portal Bebés y Más, si tu bebé sufre de bronquitis o asma, el humidificador está contraindicado.
Jengibre y limón
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De acuerdo a un estudio publicado en la American Journal of Respiratory Cell and Molecular Biology, el jengibre tiene componentes antiinflamatorios que relajan las membranas de las vías respiratorias, lo que reduce la tos. Sin embargo, es conveniente que solo apliques el remedio si tu bebé tiene 12 meses o más.
Vas a necesitar: 250 ml de agua, 20 gramos de jengibre fresco y dos rodajas de limón.
Para preparar el remedio, comienza lavando el limón y el jengibre, luego córtalas en finas rodajas y pon todo en una taza.
Seguidamente, pon a calentar los 250 ml de agua y cuando alcance su punto de ebullición, agrega el limón y jengibre, dejando reposar durante 10 minutos.
Pasado el tiempo, retira los trozos y luego que se enfríe, dale la infusión a tu bebé en un biberón o vaso de aprendizaje.
Leche con cúrcuma
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Otro remedio casero y efectivo, pero que solo debes aplicarlo si tu bebé tiene 12 meses o más.
La cúrcuma ha demostrado ser maravillosa y existen hasta 5 tratamientos naturales a base del ingrediente para mejorar tu salud. En el caso de la tos, la especia tiene propiedades broncodilatadoras que ayudan a aliviarla.
Vas a necesitar: 250 ml de leche de vaca, media cucharadita de cúrcuma en polvo y un cuarto de cucharadita de canela en polvo.
Pon a hervir la leche durante un par de minutos, a fuego bajo, y añade los ingredientes: la cúrcuma, la canela y un toquecito de vainilla, si lo prefieres.
Remueve la mezcla por unos minutos más, apaga el fuego y espera que enfríe un poco antes de dársela a tu bebé. Al igual que el jengibre con limón, puedes echarla en el mismo biberón.
Lo ideal es que apliques SOLO UNO de los remedios caseros anteriores. No trates de combinarlos, y en caso de que tengas dudas sobre su efectividad, puedes consultarlo directamente con el pediatra.
