COVID: dosis de refuerzo de Johnson & Johnson ofrece una respuesta inmune más duradera que la de Pfizer, sugiere estudio

La investigación también demostró que la dosis de refuerzo de Johnson & Johnson eleva la cantidad de células T inmunitarias, que son clave para evitar el desarrollo de síntomas graves de COVID-19 tras una infección

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Actualmente, la vacuna de Johnson & Johnson no está aprobada por la FDA para usarse en una dosis de refuerzo contra el COVID-19. Crédito: Unsplash

La vacuna de Johnson & Johnson está sumando razones científicas para ser considerada como una posible dosis de refuerzo contra el COVID-19, al igual que Pfizer/BioNTech y Moderna. Recordemos que estas dos últimas están aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para aplicarse en una inyección adicional en todos los adultos de Estados Unidos.

Un estudio realizado por el Centro Médico Beth Israel Deaconess y la Escuela de Medicina de Harvard logró demostrar que el antídoto de Johnson & Johnson también produce una robusta respuesta inmune cuando se aplica como ‘booster’, elevando la protección contra enfermedades graves y por supuesto el riesgo de muerte.

Aunque la investigación fue pequeña, solo con 65 participantes, los resultados fueron sorprendentes. Cada uno de los voluntarios había completado su esquema inicial de dos dosis de Pfizer, pero cuando recibieron el refuerzo de Johnson & Johnson la respuesta de anticuerpos fue más lenta, pero más duradera contra el Coronavirus y sus variantes (Delta y Beta).

La diferencia entre ambas es que el antídoto Pfizer produce una protección más rápida y fuerte, pero disminuye más rápido en el tiempo.

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El doctor Dan Barouch, experto en inmunología y virología, analizó la efectividad de ambos antídotos y afirmó que después de cuatro semanas “los niveles de anticuerpos eran comparables”.

En este sentido, el líder del estudio explicó a CNN que tras ese tiempo la protección comenzó a disminuir en quienes recibieron dosis de refuerzo de Pfizer, mientras que continuó aumentando para los que recibieron la de J&J. Además, esta última elevó la cantidad de células T inmunitarias.

De acuerdo a los investigadores, las células T no trabajan para evitar que un virus infecte a las células, pero sí se encargan de destruir aquellas que estén infectadas. Es un tipo de defensa que no previene síntomas leves, pero sí evita que una enfermedad grave se desarrolle.

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Un nuevo hallazgo contra la variante Ómicron

Si bien la investigación no estaba dirigida a la situación actual causada por la variante Ómicron, que sigue dejando una gran cantidad de casos, los resultados sí representan nuevas maneras de combatir esta cepa hallada recientemente en Sudáfrica.

Para el doctor Barouch y su equipo la clave está en la respuesta inmune de las células T. “Pueden volverse particularmente relevantes si surge una variante que puede escapar en gran medida de los anticuerpos”, analizó.

Sin embargo, aclaró que aún no existe una “certeza” acerca de la variante Ómicron, que sigue acumulando preocupaciones y especulaciones. Pero de lo que sí está seguro el experto es qu “en una dosis de refuerzo es necesario aumentar las respuestas de los anticuerpos y de las células T”.

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