Por qué un noviazgo largo puede significar un fracaso en el matrimonio
"Noviazgo largo-matrimonio corto" es una relación utilizada por psicólogos, que definen las razones específicas por las que una pareja termina en divorcio, pese a ser novios durante muchos años
Permanecer en un noviazgo durante años, pensando que el tiempo hará más fácil el matrimonio, es una idea completamente equivocada. De acuerdo a los expertos, hay razones específicas por las que una pareja termina en divorcio, incluso si comparten desde la adolescencia, es decir 5 o 10 años. La realidad es que no existe una fórmula matemática que lo precise, aunque algunos estudios han demostrado cuál es la mejor edad para casarte.
«Noviazgo largo-matrimonio corto» es una relación que ha sido utilizada por psicólogos, ya que cuando dos personas se adaptan en una juventud, luego sus personalidades terminan chocando en una etapa posterior, donde se mezclan metas, trabajos y otros factores, que dan paso al divorcio.
Un segundo punto que definen los especialistas es mantener una «relación estática», que es lo mismo que monótona. La pareja realiza las mismas actividades y están acostumbrados a los mismos lugares, lo que va apagando una chispa. Pero el gran problema es cuando ambos piensan que el matrimonio va a revivir esa llama y realmente se termina sofocando.
De acuerdo al portal Outfit Magazine, la mejor manera de evitar esta ruptura es ofrecerle mayor dinamismo a la relación, por ejemplo aprendiendo nuevas cosas y visitando lugares desconocidos. Otro error es cuando la pareja se pide un tiempo, es decir un ‘break’, que solo evidencia las carencias del noviazgo y que desafortunadamente se trasladan al matrimonio.
¿Existe una costumbre al noviazgo?
Es una realidad muy latente y los psicólogos afirman que le sucede en mayor medida a los hombres. Cuando sales por tanto tiempo con una persona te acostumbras al estatus de «ella es mi novia» y luego cuesta asimilar que pase a ser «la esposa». Por tal motivo el vínculo no se toma con la responsabilidad que amerita y crea contradicciones.
Si bien fueron novios durante 10 años y afirman conocerse a la perfección, cosa que también es un error, el casamiento implica formar un compromiso de hogar, limitar la privacidad personal, hacer trabajo emocional y compartir proyectos de vida. Pero allí es donde la pareja pierde el rumbo, porque queda estancada en un matrimonio que sigue disfrazado de noviazgo, y en un par de años o menos se acaba todo.
La presión social para empujar al matrimonio
«¿Y el anillo pa’ cuándo?», así pregunta la canción de Jennifer López, que se ha adentrado en la sociedad de forma vertiginosa. Cuando las parejas de largos noviazgos llegan al matrimonio comúnmente lo hacen por estímulos externos y no por decisión propia.
La presión de las familias y el hecho de acabar con las continuas preguntas les empuja al altar. Además que un enfriamiento de la relación, producto de un noviazgo «consumido», también les lleva a fantasear con la idea de que fortalecerá el lazo afectivo o que su historia amorosa comenzará de nuevo.