Corazón roto: Enviudar puede aumentar hasta 90% el riesgo de muerte del cónyuge sobreviviente
El estrés que causa la pérdida de la pareja, especialmente en una relación estable y duradera, puede afectar el corazón a tal grado que puede ocurrir un infarto agudo de miocardio u otras condiciones peligrosas de salud
La muerte del príncipe Felipe, el esposo de la reina Isabel II de Inglaterra por 70 años, reavivó las advertencias sobre el llamado “síndrome del corazón roto” y otras investigaciones científicas que revelan que enviudar puede aumentar hasta 90% el riesgo de muerte del cónyuge sobreviviente prácticamente por cualquier causa.
Cuidado con el corazón
Síndrome del corazón roto
Luego de la muerte del duque de Edimburgo, a dos meses de cumplir 100 años, los ojos de la Casa Real inglesa se han centrado en el estado de salud de la reina Isabel, pues perder al cónyuge después de tantos años de matrimonio puede desencadenar serios problemas de salud, como depresión, ansiedad, trastornos del sueño y una caída del sistema inmunológico.
Descrito en Japón por primera vez en la década de los 90, el “síndrome del corazón roto” ocurre cuando el corazón sufre un estrés agudo y repentino que debilita el ventrículo izquierdo. Esto ocasiona que el corazón cambie de forma y se observa generalmente luego de un rompimiento amoroso o de la muerte de un ser querido.
Una vez que el estrés pasa, el corazón vuelve a su forma normal, pero hay evidencia médica de que algunos pacientes pueden desarrollar problemas crónicos como insuficiencia cardiaca congestiva, arritmias o incluso la muerte por infarto, especialmente entre las mujeres y las personas con antecedentes de problemas de salud mental.
El “efecto viudez”
Otras investigaciones han señalado un efecto que ocurre al sobreviviente de una pareja cuando el cónyuge muere: el llamado “efecto viudez”. Un estudio de las universidades de Harvard y Wisconsin reveló que el riesgo de que una persona muera por cualquier causa aumenta desde 30% y hasta 90% durante los primeros tres meses después de que muere su pareja, especialmente cuando se trata de parejas de ancianos.
El “efecto viudez” se ha observado en todas las edades y en todas las razas del mundo, y disminuye al 15% luego de que pasa el primer trimestre de la pérdida. La investigación observó que cuando la pareja muere repentinamente (por un accidente, una infección o un infarto), o bien, a causa de una enfermedad crónica como diabetes, cáncer de colon o de pulmón, o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el riesgo de muerte del otro miembro de la pareja se incrementa.
En cambio, si la pareja muere por algún padecimiento degenerativo como Parkinson o Alzheimer, hay un mejor pronóstico para el sobreviviente, quizá porque tuvo tiempo para prepararse para la pérdida.
¿Qué hacer?
Los expertos sugieren buscar terapia de duelo con un tanatólogo y evitar en todo momento fingir que no se está afectado o que se es fuerte. La mejor manera de enfrentar el dolor es aceptar esos sentimientos de desesperación, tristeza y angustia y buscar ayuda, de un experto si es necesario.