7 errores al tener sexo con tu pareja que arruinan el placer y la confianza

Desde presionar a tu pareja para tener sexo hasta el temor a probar cosas nuevas

Cuáles son los errores que no debes cometer en la sexualidad para no perder la confianza con tu pareja.

Los errores en la sexualidad pueden crear una evidente distancia, producto de la desconfianza. Crédito: Shutterstock

Si piensas que no alcanzar un orgasmo es lo peor que puede pasarte en la cama, debes saber que existen errores al tener sexo con tu pareja que arruinan por completo el placer, además de la confianza mutua y la seguridad en ti mismo.

Generalmente, la sexualidad “deficiente” se asocia al tamaño del miembro, la disfunción eréctil, la sequedad vaginal o la eyaculación precoz, por ejemplo. Sin embargo, hay otro tipo de situaciones que pueden ser igual de decepcionantes, sobre todo aquellas relacionadas con lo psicológico o falta de creatividad.


Estos 7 errores pueden arruinar el placer y la confianza en el sexo con tu pareja

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Insistirle a tu pareja de tener sexo cuando no quiere

1

Aunque hay formas de disfrutar de la sexualidad, en medio del cansancio, jamás es conveniente insistirle a tu pareja de sacarse ambos la ropa cuando no tiene ganas de hacerlo.

La intimidad requiere de mucha disposición psicológica y voluntad para que fluya placenteramente, de lo contrario, se pierde la “magia” y la química. Si definitivamente no quiere, no fuerces el momento ni intentes chantajear a tu pareja.

Asimismo, existen maneras de expresarle a tu pareja que no estás de humor y sin que se ofenda.


Saltarte el juego previo

2

A menos que se trate de un consensuado “rapidito”, que podría llegar a ser una de tus mejores experiencias íntimas, saltarte el juego previo es un error garrafal en la sexualidad.

Estos preliminares ayudan a calentar la habitación, informar a tu pareja qué ritmo deseas y labrar el camino hacia los orgasmos.


Aferrarte al coito vaginal para alcanzar el orgasmo

3

Estudios han demostrado que el coito vaginal o penetración es uno de los métodos menos eficientes para que una mujer alcance el orgasmo. El sexo oral y la masturbación están por encima y ya es hora de que vayas asumiendo esa realidad.

Aferrarte al coito vaginal por ser la técnica simbólica de la sexualidad (de la reproducción, realmente) puede llevarte a episodios íntimos muy decepcionantes.


Intentar un orgasmo al mismo tiempo

4

Puede ser muy placentero, romántico y hasta histórico en tu vida sexual, pero también es una posibilidad difícil de atrapar, producto de las diferencias en los caminos para llegar al orgasmo.

Un orgasmo sincronizado requiere de muchos intentos, por lo que insistir en que ocurra puede elevar la presión y acabar con el momento.


Limitar tu sexualidad al dormitorio

5

El dormitorio es sinónimo de intimidad, por lo que lógicamente es el escenario principal para la sexualidad. Sin embargo, no te limites a ese espacio, porque en tu casa hay más posibilidades.

El baño, durante una ducha, el sillón de la sala, e incluso la cocina, son escenarios que también despiertan erotismo, así que no los descartes.

Y si no tienes probabilidades de tener intimidad fuera de la habitación, añade velas aromáticas, prendas de ropa y otros detalles que ofrezcan un sexo diferente.


Omitir tu placer

6

Durante el sexo, tú eres tan importante como tu pareja. Si bien es cierto que los hombres alcanzan el orgasmo con mayor facilidad que las mujeres, eso no implica que deben omitirlo o limitarse para que ella lo obtenga.

Todo es cuestión de comunicación, turnos y complacer las posturas o métodos que más favorecen el orgasmo del otro.


Temor a probar cosas nuevas

7

Además de ser un error muy grave, también es algo tonto, porque la sexualidad necesita de cosas nuevas todo el tiempo. La monotonía sexual puede acabar una relación de pareja, así que jamás te limites a la posibilidad de innovar.

Como verás, no son errores técnicos: un condón mal puesto, una postura que lesiona o una falla de higiene, sino psicológicos, emocionales y de decisiones. La buena noticia es que todos pueden evitarse, siempre que pongas de tu parte.


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