Qué es el “perdón tóxico”: cuando perdonas a alguien solo por obligación o para evitar conflictos
Con el aporte de especialistas en psicoterapia, salud mental y manejo de emociones, te explicamos en qué consiste el "perdón tóxico", un malentendido de lo que realmente es perdonar a otra persona y sanar tu corazón
El perdón tóxico puede desencadenar hipocresía, falsas emociones y almacenar rencores que pueden detonar más adelante. Crédito: Shutterstock
En un artículo anterior, hablamos sobre la “positividad tóxica”, que se refiere a un exceso de frases y motivaciones positivas que pretendes transmitir (o te pretenden) a una persona. Y también existe una acción similar, pero asociada al gesto de perdonar: el “perdón tóxico”.
Seguramente, tus padres te inculcaron la nobleza de perdonar a los demás. Sin embargo, también es necesario que se cumplan algunas condiciones emocionales, es decir, que te sientas preparado para realmente ofrecer un perdón. De lo contrario, solo lo harías por obligación o para “mantener la paz” con alguien, cayendo en el llamado “perdón tóxico”.
La terapeuta Andrea Brognano, experta en bienestar mental, primeros auxilios de salud mental y manejo de ansiedad y estrés, reitera que el perdón tóxico puede darse “porque alguien quiere evitar conflictos o porque siente que debe perdonar, pero sin realmente sentirlo”.
Entonces, no procesar el dolor de lo que hizo esa persona significa que no estás lidiando adecuadamente con él, lo que puede causarte traumas y erosionar tu salud mental, advierte la terapeuta. Solo cuando has lidiado lo suficiente con ese dolor, vas a sentir que puedes perdonar y sanar tus emociones.
Por su parte, el doctor Robert Enright, especializado en la ciencia del perdón y profesor del departamento de psicología de la Universidad de Winscosin-Madison, señala que, a su criterio, el perdón tóxico “es un malentendido de lo que realmente es perdonar a otra persona”.
“Correctamente entendido y practicado, el perdón nunca es tóxico”, afirmó el experto.
Perdonar no significa que vuelves a tener una relación maravillosa con esa persona
Una de las razones por las que se produce el “perdón tóxico” es porque no sabes qué debe ocurrir después que perdonas a esa persona que te hizo daño. Y la realidad más clara es que no tiene que pasar absolutamente nada.
Muchas personas creen que tras el perdón tiene que haber abrazos, la “obligación” de mantener el contacto e incluso fingir sonrisas para aclarar que todo está bien. Allí es donde se origina y se reproduce el perdón tóxico.
El psicoterapeuta venezolano Carlos Fraga, coach de bienestar y experto en programas de autoayuda, sugiere que el perdón es una decisión que tú tomas para estar bien contigo mismo. La otra persona recibe un beneficio, ciertamente, porque no se siente mal ni detestada, pero es fundamental que haya un efecto en ti.
De hecho, Carlos Fraga aconseja que primero aprendas a perdonarte a ti mismo, pues solo así tendrás la suficiente disposición emocional para perdonar a alguien más.
Incluso, si esa persona no llega a disculparse contigo, aun así puedes perdonarla en tu corazón. Ese ejercicio te evitará vivir con rencor, culpas y emociones pesadas. Y adicionalmente, te mantendrás completamente alejado del perdón tóxico.
