Qué es la genofobia: cuando sientes miedo intenso a las relaciones sexuales con coito vaginal
Con el aporte de la sexóloga Irene Aterido, te explicamos en qué consiste la genofobia, ese miedo irracional al encuentro sexual con penetración
En un artículo anterior hablamos sobre la gimnofobia, un intenso temor a la desnudez que puede afectar la intimidad con tu pareja. Pero cuando se trata de un encuentro sexual entre dos personas, también existe la llamada genofobia, un miedo irracional al acto físico de la penetración o coito vaginal.
Esta fobia tiene una particularidad, porque no significa que el sexo te atemoriza, sino exclusivamente el contacto entre tus genitales y los de tu pareja. Las personas que padecen genofobia no tienen problemas para desnudarse, hacer un juego previo, besarse, tener sexo oral y cualquier otra práctica que no implique la penetración.
Cuando se propone el coito vaginal, el genofóbico pierde la excitación, se llena de ansiedad y podría entrar en pánico.
La doctora Irene Aterido, sexóloga especializada en el ciclo menstrual femenino, aclara que la genofobia no se debe únicamente a un malestar físico, por ejemplo, que sienta dolor, sino que también es algo emocional y psicológico.
»Es fundamental dejar sentado que no hay un rechazo ni a la pareja ni al sexo, ni tampoco una falta de deseo o excitación. Se trata de un trastorno de ansiedad, de una fobia específica al coito en sí mismo. Es una de las fobias sexuales que existen», explicó la experta.
Por qué ocurre la genofobia
Según la sexóloga Irene Aterido, no existe una causa específica de este miedo, sino que varía dependiendo de cada persona. En el caso de las mujeres, la doctora apunta: «Normalmente, tiene que ver con experiencias pasadas, desde haber sufrido agresión sexual, tener miedo al embarazo o estar padeciendo otros problemas físicos y emocionales», añade la sexóloga.
También le ocurre a mujeres que están teniendo su primera experiencia sexual, puesto que el dolor del primer coito vaginal les podría llevar a rechazarlo. Y si la pareja no es comprensiva, pasaría a desarrollar un intenso miedo por esta práctica.
La genofobia también puede sucederle a los hombres
Absolutamente, y las razones no varían demasiado con las de las mujeres. Un hombre que haya tenido una mala experiencia sexual durante un coito vaginal puede originar un temor que permanece en su mente, impidiéndole desempeñarse bien en un futuro.
El miedo a embarazar a su pareja es otro motivo recurrente, más ahora que en Estados Unidos se anuló la sentencia Roe vs Wade que puso final al derecho de abortar.
Y otra razón que les puede llevar a desarrollar genofobia son sus propias inseguridades: la dificultad para mantener una erección, el tamaño de su miembro y la eyaculación precoz, que puede atenderse con algunos remedios caseros.
Por último, el temor a contraer infecciones de transmisión sexual también puede conducir a la genofobia. Para evitarlo, es fundamental que mantengas relaciones sexuales con una pareja estable y con la debida protección.
La doctora Irene Aterido explicó que la genofobia puede tratarse con psicoterapia cognitivo conductual, además de terapia sexual. Ambas se unifican para atender todas las dudas y temores que presenta el paciente.
»Si se originó en un trauma emocional en la infancia, adolescencia o edad adulta, se debe acudir a profesional de la psicología especializado en abusos sexuales. Y si tenemos dolor en los genitales y el periné con la penetración, debemos resolverlo con las técnicas de que dispone una fisioterapia de suelo pélvico», concluyó.
Otro remedio fantástico es la terapia de pareja, donde ambos miembros pueden asistir con un especialista y buscarle respuesta a cualquier problema que les impida una sexualidad plena.