Fatiga de Zoom: ¿por qué las videollamadas agotan tanto tu energía mental?
El estudio presentó los curiosos motivos que implican en un agotamiento por las constantes o prolongadas videollamadas, viéndose las mujeres mucho más afectadas que los hombres
Al inicio de la pandemia el teletrabajo se vio con muy buenos ojos: estar en casa con tu familia, obedecer el confinamiento y cumplir con el trabajo para no verse afectado económicamente. A más de un año de que la mayoría aún mantenga esta práctica laboral, un nuevo estudio reveló cómo nos están afectando mentalmente las videollamadas y reuniones virtuales, sobre todo en el caso se las mujeres.
Anteriormente se puntualizó que el teletrabajo inevitablemente nos amplía la jornada, afectando la salud de nuestros ojos. También se ofrecieron las pautas sobre cómo cumplir con las obligaciones cuando se tienen hijos pequeños. Sin embargo, la investigación se centró en un curioso efecto llamado “fatiga de Zoom”, una sensación de agotamiento que proviene de un día de reuniones online consecutivas.
Los autores del estudio publicado en la revista Technology, Mind and Behavior, afirmaron que el cansancio aumentó por la “atención centrada en uno mismo”, la cual se produce en una videollamada donde la cámara de video requiere estar activa.
“La atención centrada en uno mismo se refiere a una mayor conciencia de cómo se ve uno o cómo aparece en una conversación”, sugirió Jeffrey Hancock, profesor de comunicación en la Facultad de Humanidades y Ciencias de Stanford.
Para medir la “fatiga de Zoom”, los expertos encuestaron a más de 10,000 hombres y mujeres, durante febrero y marzo. Los participantes recibieron preguntas como: ¿qué tan preocupado se siente por verse a sí mismo? y ¿cómo te distrae verte a ti mismo en una videoconferencia?
Las mujeres se mostraron más afectadas por la “fatiga de Zoom”
Otro de los datos más relevantes del estudio es cómo las mujeres se ven perjudicadas en mayor medida que los hombres. Los números demostraron que 1 de cada 7 mujeres (13.8%) informó sentirse “muy” o “extremadamente” cansada tras las videollamadas, en comparación con el 5.5 % que se obtuvo en el género masculino (1 de cada 20).
¿Pero por qué ocurre esto? Los investigadores analizan que verse a sí mismo de forma prolongada puede provocar en emociones negativas en las mujeres, incluyendo la llamada “ansiedad por el espejo”.
El profesor Jeffrey Hancock acotó que la “fatiga de zoom” se manifiesta en ellas por la sensación de estar atrapadas físicamente en la necesidad de estar centradas en el campo de visión de la cámara. Agregó que a diferencia de las reuniones en persona, las videollamadas inevitablemente limitan el movimiento.
La personalidad, edad y color de piel también influyeron en algunos de los resultados. Si bien todos se vieron afectados por las videollamadas, los participantes de rasgos extrovertidos se mostraron menos agotados mentalmente, al igual que las personas tranquilas y emocionalmente estables.
Curiosamente los jóvenes mostraron mayores señales de agotamiento en comparación con los adultos de mayor edad. Y las personas de piel más oscura se vieron ligeramente menos afectados por la “fatiga de Zoom”.
El profesor Hanock sugirió que para disminuir los niveles de cansancio mental, lo más recomendable es desactivar la “vista propia” desde la configuración de pantalla. Otro consejo, en el caso de las mujeres, es alejarse un poco más de la cámara o apagarla mientras no sea su turno para interactuar.