Sexualidad: 4 razones por las que un hombre no alcanza el orgasmo, incluso eyaculando
La eyaculación y el orgasmo son procesos diferentes, y aunque están sincronizados en los hombres, uno no depende del otro
Las relaciones sexuales acumulan una gran cantidad de mitos y verdades en cuanto a la posibilidad de alcanzar a un orgasmo, y uno muy especial es la falsa creencia de que los hombres automáticamente llegan al clímax, una vez que han eyaculado. La realidad es que son dos procesos totalmente distintos, y aunque por naturaleza masculina están sincronizados, uno no depende del otro.
De allí es que nace la posibilidad de que un hombre NO experimente un orgasmo, pese a haber expulsado su carga seminal. Para entenderlo en palabras concretas, el clímax se caracteriza por una descarga de tensión, una liberación hormonal que implica contracciones muy placenteras en la zona pélvica. Mientras que la eyaculación es una respuesta fisiológa para la reproducción.
Por ejemplo, un hombre que en una noche ha alcanzado tres orgasmos, es casi seguro que su segunda eyaculación fue mucho más corta y la tercera es posible que nula, pero esto no le privó del placer sexual. Lo mismo ocurre al contrario, tener una descarga seminal sin que se produzca el «estallido liberador».
Sin embargo el segundo escenario no es tan común, ya que la mayoría del género masculino antes de perder el clímax, es probable que pierdan hasta la erección.
4 razones que privan a un hombre del orgasmo pese a eyacular
Lo psicológico le juega en contra
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A pesar de que la sexualidad es un encuentro físico, muchos expertos consideran que más del 50% es una conexión mental, con uno msmo y con la pareja. Esto significa que si no te sientes bien desde lo psicológico, automáticamente te jugará en contra.
La mente puede hacerte creer que no tienes el suficiente atractivo, que perderás la erección o que estás teniendo un mal desempeño. Esto sin contar la ansiedad por pensar que podrías causar un embarazo. Incluso las creencias religiosas tienden a modificar la perspectiva de las relaciones sexuales, lo que confunde y crea desasosiego en alguien sin experiencia.
¿Cómo piensas que ante todos estos factores… un orgasmo fluirá con placer? Lo más probable es que no estés ni cerca de alcanzarlo si estás maniatado psicológicamente.
Un factor físico
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El 5% de los hombres que eyaculan sin llegar al clímax es por causa de un factor físico, reseña el portal Los Replicantes. La diabetes, las lesiones en la médula espinal o las malformaciones tienden a afectar la sincronía entre la eyaculación y el orgasmo.
También se produce a consecuencia de la ingesta excesiva de psicotrópicos (medicamentos antidepresivos) o el uso abusivo de píldoras que elevan la potencia sexual masculina.
Presión social o propia
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Seguramente es una razón que afecta en mayor medida a los hombres menos experimentados en la sexualidad. La presión mental de realizar un buen desempeño les reprime de un orgasmo, pese a que las funciones sexuales están perfectamente activas. Incluso pueden alcanzar un clímax muy bajo en placer.
Frustración
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Es la prolongación mental del problema. La frustración se caracteriza por «dibujar» una preocupación durante el acto sexual o incluso antes. Cuando un hombre está frustrado no solo tiene problemas con su orgasmo, sino con la erección y hasta con su deseo de volver a tener relaciones sexuales, por miedo a que la situación se repita.
Asistir a un psicólogo o terapista sexual es una decisión acertada para resolver este inconveniente sexual. Si los factores físicos están descartados, entonces el problema no radica en tu eyaculación como proceso fisiológico, sino en el «juego mental» que te has creado sobre tus encuentros sexuales y que te impiden disfrutarlo hasta alcanzar el orgasmo. No te permitas llegar a la frustración, saca los complejos y solicita la ayuda profesional que sea pertinente.