8 casos de parejas que requieren ir a terapia sexual
“Se recomienda asistir a terapia sexual cuando la persona de manera individual, uno de los miembros de la pareja o ambos detectan que sus relaciones sexuales son insatisfactorias por alguna disfunción concreta o bien porque, en general, siente o sienten disconformidad o malestar”, afirma a CuídatePlus Carme Sánchez, sexóloga y codirectora del Instituto de Sexología de Barcelona
El objetivo de la terapia sexual es crear o restablecer el bienestar y satisfacción de las relaciones sexuales, de todos los miembros de la pareja.
Casi siempre es una de las personas la que solicitaconversar sobre estos temas de la sexualidad con un profesional.
En estos casos, los terapeutas sexuales, quienes también son psicólogos, médicos o profesionales de la salud mental, tienen la experiencia, el conocimiento y la cualificación para orientar a las personas que desean resolver algún tema relacionado con el sexo.
Los expertos aclaran que es recomendable acudir a una terapia sexual de pareja cuando una persona sienta que ya no disfruta los encuentros sexuales con su pareja.
Este tipo de terapia tiene una duración media de entre 4 y 9 meses (muy variable y depende de los casos).
Existen algunas excepciones dependiendo del tipo de problema con el que se acuda.
Las sesiones de terapia sexual de pareja suelen ser semanales, y con frecuencia se logran los objetivos, y en algunos casos, se puede tener una sesión mensual de seguimiento.
¿Cuándo buscar ayuda con un terapeuta sexual?
A pesar que la sexología y la terapia sexual ya son espacios posicionados en la cultura moderna, aún hay personas que se resisten a este tipo de ayuda.
Roberto Sanz, psicólogo experto en terapia sexual y de pareja de la Fundación Sexpol, asegura que “muchas personas ni siquiera conocen la figura del terapeuta sexual e incluso tienen una visión distorsionada de lo que es un sexólogo».
El experto recomienda que los mitos y prejuicios dificultan el acceso a una buena terapia; «más todavía en Sexología, pues trabajamos con temas privados, problemas vergonzosos que nos cuesta nombrar en voz alta»
Sanz explica que para muchísima gente es complicado hablar de forma sincera y abierta de su sexualidad, y empeora si además existen dificultades o problemas”.
En opinión de Sanz, “en esta sociedad todavía marcada por roles de género tradicionales y machistas, se podría decir que los hombres suelen abrirse menos en los espacios de terapia sexual».
Sin embargo, las mujeres, aunque suelen buscar ayuda con más rapidez, una vez dentro del proceso de terapia, no se compromenten tanto.
Cuidado con las expectativas
Para la codirectora del Instituto de Sexología de Barcelona, las parejas que asisten a terapia sexual “ya han intentado múltiples estrategias para reactivar el disfrute sexual, y acudir al consultorio es un último cartucho y, por tanto, las expectativas son demasiado altas».
Como toda terapia clínica u holística, la terapia sexual es un proceso y, como todo proceso, lleva un tiempo y cada uno/a necesita el suyo. Pero lo importante es que nunca es tarde involucrarse para estar mejor.
Los casos más comunes para acudir a un terapeuta sexual
Son muy variados los casos que pueden llevarse a un espacio seguro como lo es la terapia sexual, de hecho, la principal causa es la insatisfacción, ya sea por un asunto personal como el vaginismo, o por la eyaculación precoz de tu pareja, por eso dejamos algunos casos que pueden ayudarte:
- Fetichismo.
- Vaginismo.
- Eyaculación precoz.
- Dispareunia.
- Trastorno sexual hipoactivo.
- Trastorno de la excitación sexual femenina.
- Voyeurismo.
- Frotteurismo.
Es importante tener consciencia de lo que implica el acto sexual, no es solo una forma de expresión, también requiere consentimiento de las partes involucradas, y muchas veces, cuando no lo hay, suelen generarse situaciones de abuso, inclusive dentro de la pareja.
Por acá te dejamos algunas técnicas y herramientas que podrían darse dentro de la terapia sexual:
Herramientas y tratamientos usados en terapia sexual
- Reestructuración cognitiva: Tiene como objetivo que los pacientes se cuestionen creencias que están muy arraigadas en ellos y que resultan dañinas en su manera de vivir su sexualidad.
- Ejercicios de Kegel: Consiste en aprieta los músculos del suelo pélvico, mantén la contracción durante tres segundos y luego relájate durante tres segundos. Inténtalo varias veces seguidas
- Técnicas de relajación: Sentir los besos, las caricias, las palabras de afecto y disfrutar de cada segundo. Enfocarse en las poderosas sensaciones que se viven durante el encuentro es la mejor manera de reducir el estrés y disfrutar más.
- Desensibilización sistemática: Lo que se busca con esta herramienta es modificar la conducta consistente de una respuesta ansiosa ante estímulos o situaciones fóbicos, mediante la exposición progresiva o bien masiva a los mismos.
- Técnica de parada y arranque: Con este ejercicio se busca la autoestimulación (masturbación) con el objetivo de aprender a identificar las sensaciones que preceden a la inevitabilidad eyaculatoria.
- Psicoeducación: consiste en proporcionar información tanto al paciente como a su pareja acerca de la sexualidad. Con esto se persigue que logren una mejor comprensión de la respuesta sexual humana y de qué factores fisiológicos y emocionales pueden incidir en la disfunción.