COVID: el deterioro cognitivo por una infección grave equivale a 20 años de envejecimiento
Científicos de la Universidad de Cambridge y el Imperial College de Londres estiman que la magnitud de la pérdida cognitiva es similar en promedio a la sostenida con un envejecimiento de 20 años, equivalente a perder 10 puntos de coeficiente intelectual
El deterioro cognitivo por una infección grave de COVID-19 equivale a 20 años de envejecimiento, similar al sufrido entre los 50 y los 70 años, dice un estudio de la Universidad de Cambridge y el Imperial College de Londres.
Los hallazgos, publicados en la revista eClinicalMedicine, muestran que los efectos aún son detectables más de seis meses después de la enfermedad aguda y que cualquier recuperación es, en el mejor de los casos, gradual.
Los científicos estiman que la magnitud de la pérdida cognitiva es similar en promedio a la sostenida con un envejecimiento de 20 años, entre los 50 y los 70 años, lo que equivale a perder 10 puntos de coeficiente intelectual (IQ).
Para llegar a esa conclusión analizaron datos de 46 personas que recibieron atención hospitalaria, en la sala o en la unidad de cuidados intensivos, por COVID-19 en el Addenbrooke’s Hospital, del Reino Unido, entre marzo y julio de 2020.
16 de ellos recibieron ventilación mecánica durante su estancia en el hospital.
Los voluntarios se sometieron a pruebas cognitivas computarizadas detalladas un promedio de seis meses después de su enfermedad aguda utilizando una plataforma que mide diferentes aspectos de las facultades mentales.
Esta herramienta, llamada Cognitron, cuantifica habilidades como la memoria, la atención y el razonamiento; escalas que miden ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático. Los datos obtenidos se compararon con controles emparejados.
Notaron que los sobrevivientes de COVID-19 grave fueron menos precisos y con tiempos de respuesta más lentos que la población de control emparejada.
De hecho, estos déficits aún eran detectables cuando los pacientes estaban en seguimiento seis meses después.
Además, las secuelas fueron más fuertes para aquellos que requirieron ventilación mecánica. Obtuvieron puntajes particularmente bajos en tareas como el razonamiento analógico verbal, un hallazgo que respalda el problema comúnmente informado de la dificultad para encontrar palabras.
De la misma manera, mostraron velocidades de procesamiento más lentas, lo que se alinea con observaciones previas posteriores al COVID-19.
"El deterioro cognitivo es común a una amplia gama de trastornos neurológicos, incluida la demencia e incluso el envejecimiento rutinario, pero los patrones que vimos, el deterioro cognitivo 'huella digital' de COVID-19, era distinta de todas estas"
Cada vez hay más pruebas de que el COVID puede causar problemas cognitivos y de salud mental duraderos. Los pacientes recuperados informan síntomas que incluyen fatiga, niebla mental, problemas para recordar palabras, trastornos del sueño, ansiedad e incluso trastorno de estrés postraumático (TEPT) meses después de la infección.
Sigue leyendo: