Cuán saludable es ducharte después de hacer ejercicios

El doctor Johan Salas, director deportivo en el Colegio de Médicos de Costa Rica, explicó qué le podría suceder a tu cuerpo cuando te duchas justo después de practicar ejercicios

Al tomar una ducha después de hacer ejercicios, también es vital que te fijes en la temperatura del agua.

Al tomar una ducha después de hacer ejercicios, también es vital que te fijes en la temperatura del agua. Crédito: Shutterstock

Después de una intensa sesión de ejercicios, bien sea en casa, al aire libre o en el gimnasio, lo primero que deseas es tomar una ducha refrescante. Sin embargo, hay quienes se preguntan cuán saludable es y también hay expertos dispuestos a aclararlo, de modo que optes por la mejor decisión.

La principal clave es la alta temperatura a la que se ha sometido tu cuerpo durante la actividad física, por lo que el cambio brusco corporal, producto de meterte bajo el agua, podría ser poco saludable, e incluso riesgoso.

El doctor Johan Salas, director deportivo en el Colegio de Médicos de Costa Rica, explica que, de acuerdo a estudios científicos, tu cuerpo puede alcanzar una temperatura de 38,3 °C y hasta 39.5 °C durante un entrenamiento físico.

“Al entrar a un ambiente frío de manera brusca, en este caso el agua de la ducha, sucede una descompensación en el cuerpo. Esta puede desencadenar problemas circulatorios y cambios en la presión arterial”, advirtió.

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Ducharte después de hacer ejercicios puede causar una parálisis facial

El especialista también señaló que, en el peor de los casos, se pudiera padecer una parálisis facial periférica. Según el equipo de médicos de Mayo Clinic, este cuadro es conocido como parálisis de Bell, una afección que provoca debilidad repentina en los músculos en un lado de la cara.

El doctor Johan Salas agrega que “ese nervio se mantiene dilatado cuando la temperatura corporal es elevada, como cuando se hace ejercicio, y puede verse afectado por un cambio térmico brusco”.

Por su parte, la fisioterapeuta Marcela Calvo, experta en terapia física y rehabilitación en la Universidad Autónoma de Centro América (UACA), te recomienda que NO te metas a la ducha después de hacer ejercicios, sino después de unos 20 o 30 minutos de reposo y/o enfriamiento.

Por último, es conveniente que aprendas a elegir entre el agua y fría y caliente cuando vas a ducharte.

Por ejemplo, el agua caliente puede estimular la circulación y relajar los músculos y articulaciones, aseguran expertos. Sin embargo, el agua fría te ofrece una recuperación más veloz después del ejercicio y una reducción del dolor muscular de aparición tardía.

Otras curiosidades sobre tomar una ducha

La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.

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