6 verdades sobre las personas que van a terapia psicológica
En pleno siglo XXI todavía hay mucho tabú alrededor de la terapia, de los psicólogos y psicoterapeutas
¿Vas a terapia? El camino de autodescubrimiento que conlleva hablar periódicamente con un experto de la salud mental es realmente fascinante. Te ayuda a comprenderte, a ser autocompasivo, a encontrarte y saber lidiar con las demás personas en función de ello. Te decimos 6 verdades sobre las personas que van a terapia psicológica.
La terapia psicológica es un privilegio al que no tienen acceso muchas personas, pero aquellos que tienen la oportunidad de ir no deberían descartar la idea de buenas a primeras.
En pleno siglo XXI todavía hay mucho tabú alrededor de la terapia, de los psicólogos y psicoterapeutas. Que si “es para gente loca” o que los mismos expertos de salud mental “están locos”, que antes no existía eso y simplemente debes ser más fuerte, que cada vez somos menos capaces de manejar nuestros propios asuntos, que la generación de cristal, etc.
Cada una de esas acusaciones podría ser rebatida con datos objetivos, pero esa no es la finalidad de esta nota, sino la de hacer comprender que ir a terapia es el acto de amor más grande que puedes hacer por ti mismo y que cuando alguien te lo sugiera, también es un acto de amor.
Previamente, hemos escrito sobre las 5 buenas razones para priorizar tu salud mental y agendar una cita con un psicoterapeuta, de acuerdo con el doctor Seth J. Gillihan, psicólogo licenciado que se especializa en terapia cognitiva conductual consciente.
Hay quienes creen que ir a terapia es sinónimo de tener problemas realmente “complejo”. Sin embargo, ese concepto es muy relativo. La realidad es que se trata de una herramienta para gente normal, promedio, como tú o como yo.
La doctora en Psicoterapia Ilene Strauss Cohen aseguró en su columna para Psychology Today que el tipo de personas que tienden a iniciar la terapia están dispuestas a cambiar y motivadas para marcar una diferencia en sus vidas, relaciones y bienestar general.
“Lo encuentro admirable y valiente, algo que sólo la gente cuerda haría”, dijo.
Strauss Cohen señaló 6 verdades sobre las personas que van a terapia psicológica, de acuerdo con su propia experiencia.
1. Las personas que van a terapia no son inestables mentalmente
Quienes acuden a un consultorio psicológico buscan explorarse a sí mismos, sus relaciones y sus circunstancias en función de tener una vida mejor, más feliz y más saludable, y tal vez incluso superar las dificultades.
Es una idea errada creer que estas personas tienen algo “mal” de sí. Simplemente, requieren ayuda para despegarse, cambiar patrones, mejorar sus relaciones o cambiar su forma de pensar y saber que les vendría bien una mano extra.
2. Las personas que van a terapia reconocen que no pueden solos con todo
Socialmente, se cree que pedir ayuda es cuestión de débiles, pero la realidad es que hay que tener mucho coraje y gallardía para reconocer que necesitamos delos demás, que a veces no podemos solos y que simplemente no se puede con todo a la vez.
“Las personas que acuden voluntariamente a terapia priorizan su salud mental y emocional; están motivados para alcanzar sus objetivos personales de bienestar y relaciones”, indicó.
3. Las personas que van a terapia lo hace voluntariamente
Las personas que deciden ir con un psicoterapeuta tienen la voluntad de ir a estos lugares. Es un acto independiente que se mueve por la voluntad individual. Son personas que quieren ayudar y que están dispuestos a buscarla.
4. Ir a terapia no es sinónimo de tener una enfermedad mental
La terapia no es sólo para personas diagnosticadas con enfermedades mentales, aclaró Strauss Cohen.
Aunque no hay nada de malo en que te diagnostiquen una enfermedad mental, porque un diagnóstico ayuda a muchas personas a comprender lo que podría estar sucediendo. No todos aquellos que van a terapia tienen problemas de este estilo.
En ocasiones, solo quieren ser escuchados por alguien imparcial.
5. No todos los que van a terapia están pasando por un evento abrumador o trágico
Las razones que llevan a las personas al consultorio de un psicoterapeuta son muy variadas. A veces han pasado por un acontecimiento importante que les ha cambiado la vida, como una muerte en la familia o un divorcio, y otras veces buscan terapia para su crecimiento personal.
“No es necesario que ocurra un acontecimiento abrumadoramente trágico para que la gente quiera una vida más feliz”, destacó la doctora.
6. Las personas que van a terapia saben que su terapeuta no lo va a manipular
Los terapeutas están destinados a ser guías y confidentes cuyo objetivo es ofrecer a sus clientes nuevas perspectivas y herramientas para ayudarlos a practicar nuevas formas de afrontar la vida.
Al ser imparciales, porque no forman parte de tu vida ni de tu círculo, pueden escuchar sin ponerse de un lugar en particular.
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