Cómo afeitarte para que no queden cañones ni vellos encarnados en la piel
Todos los lugares por los que pases la rasuradora son propensos a formar estas rojeces y la inflamación y el dolor de un vello que no salió y se infectó
Procura usar espuma o crema de afeitar para reducir la probabilidad de irritación y enjuaga la afeitadora después de cada pasada. Crédito: Pexels
Cuando mujeres y hombres nos afeitamos tenemos la idea de cumplir con objetivos estéticos establecidos socialmente, pero en ocasiones parece que el “remedio fuese peor que la enfermedad” y comienzan a salir cañones en la piel o vellos encarnados, te decimos cómo afeitarte adecuadamente en función de evitarlo.
Puede ocurrir es cualquier parte del cuerpo, las piernas, las axilas, el bikini, la barba, etc. Literalmente, todos los lugares por los que pases la rasuradora son propensos a formar estas rojeces y la inflamación y el dolor de un vello que no salió y se infectó.
Normalmente, no se trata de consecuencias tan graves, pero un vello encarnado e infectado podría complicarse al punto de llevarte al consultorio de un dermatólogo.
Entonces, resulta mejor tomar las precauciones adecuadas para evitar este tipo de escenarios.
El primer paso es exfoliar el área que vas a afeitar con un exfoliante físico, es decir, los de gránulos o scrub. Hay productos específicos para áreas en particular, como la cara y el bikini, pero es general podrías hacer el tuyo con la borra del café o con un poco de azúcar.
Lo segundo es elegir una buena máquina de afeitar. Las mejores son estas que normalmente son para hombres y que tienen entre cuatro y cinco hojillas.
Si son desechables, solo alcanzarán para un uso, pero si son las normales, entre cinco y seis si la higienizas de la manera adecuada. Evitar tenerla en la ducha porque se desgasta más rápido.
Procura usar espuma o crema de afeitar para reducir la probabilidad de irritación y enjuaga la afeitadora después de cada pasada. El momento ideal para hacerlo es cuando ya has terminado de ducharte.
Ahora, por último, pero no menos importante, una vez salgas de la ducha y de tu sesión de afeitado, debes aplicar una crema hidratante dermoreparadora. ¡Y listo!
Los hábitos que desarrollamos para el cuidado de nuestra piel no tienen que consistir en la aplicación de mil y un cremas, lociones, sueros y bálsamos, sino de los productos seleccionados aplicados de la manera correcta.
Lo mejor es que si tienes alguna afección de la piel que deseas tratar, te asesores primero con un dermatólogo que pueda darte la guía que requieres de manera particular.
Si no lo haces así, puedes cometer muchos errores y gastar mucho más dinero del equivalente a una consulta con un especialista, ya que caes en las manos del marketing.
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