Tu hijo podría desarrollar hipertensión y problemas de corazón desde los seis años: cómo evitarlo
Un artículo de consenso de expertos en salud del corazón publicado en European Heart Journal reafirmó que los estilos de vida poco saludables, o ser un “adicto al sofá”, pueden provocar problemas de salud a cualquier edad
Entre las recomendaciones dietéticas para tratar la afección se incluyen aumentar el consumo de frutas y verduras frescas y otros alimentos ricos en fibra, reducir la sal y evitar las bebidas azucaradas y las grasas saturadas. Crédito: Shutterstock
Tu hijo podría desarrollar hipertensión y problemas de corazón desde los seis años de edad, advirtió un artículo de consenso de expertos en salud del corazón publicado en European Heart Journal.
La revista de la Sociedad Europea de Cardiología publicó el estudio que evaluó a niños de entre 6 y 16 años de edad en toda Europa, y reafirmó que los estilos de vida poco saludables, o ser un “adicto al sofá”, pueden provocar problemas de salud a cualquier edad.
Expuso que la obesidad infantil y la hipertensión son “hermanos insidiosos” que gradualmente se convierten en un grave peligro para la salud, debido a que puede aumentar el riesgo de ataques cardíacos y derrames cerebrales en la vejez.
Los autores explicaron que en medio de una epidemia de obesidad, los niños con sobrepeso pasan demasiado tiempo en sus sofás y no lo suficiente en el parque, practicando deportes o simplemente manteniéndose activos.
El profesor Giovanni de Simone, de la Universidad de Nápoles Federico II explicó en un comunicado de prensa que la hipertensión arterial y/o la obesidad coexisten en una misma familia.
“Es deseable que las modificaciones del estilo de vida involucren a todos los miembros de la familia”
De Simone indicó que la inactividad, comer demasiados alimentos azucarados y salados y el exceso de peso representan 9 de cada 10 casos de presión arterial alta en niños y adolescentes.
En consecuencia, abordar esos aspectos puede contribuir a evitar las complicaciones cardíacas. Entre las recomendaciones dietéticas para tratar la afección se incluyen aumentar el consumo de frutas y verduras frescas y otros alimentos ricos en fibra, reducir la sal y evitar las bebidas azucaradas y las grasas saturadas.
Asimismo, los investigadores recomendaron que los pequeños hagan al menos una hora de ejercicio de moderado a vigoroso todos los días y eviten más de dos horas en actividades sedentarias.
“Los padres deben monitorear la cantidad de tiempo que sus hijos pasan viendo televisión o usando teléfonos inteligentes y sugerir alternativas activas”
El profesor Simeone dijo que los incentivos ideales son aquellos que aumentan el apoyo social y refuerzan el valor de los comportamientos específicos, como un paseo familiar en bicicleta o una caminata con amigos.
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