5 remedios caseros para el dolor de muela, aprobados por una dentista
La dentista Irina Sinensky, quien reside en Nueva York, opinó sobre 5 remedios caseros que pueden aliviarte el dolor de muela
No trates de tolerar un dolor de muela esperando que se alivie por sí mismo, porque la afección podría empeorar severamente con los días. Crédito: Shutterstock
Dicen que no existe algo más desesperante que un dolor de muela, sobre todo cuando no te deja ni dormir durante la noche. Si no has podido acudir con un especialista, lo que te recomendamos de inmediato, te compartimos algunos remedios caseros para aliviar la molestia y que están aprobados por la doctora Irina Sinensky, dentista del equipo Dental House, ubicado en Nueva York.
5 remedios caseros para el dolor de muela
Aceites esenciales
1
Jennifer Palmer, una doctora experta en naturopatía y directora propietaria del centro de bienestar Nourishing Journey, indicó que los aceites esenciales son una excelente alternativa para calmar en dolor de muela, en especial el de clavo y de árbol de té.
Para cumplir el remedio ella recomienda que combines unas gotitas de alguno de los aceites con una cucharadita de otro aceite portador, como de coco u oliva. Seguidamente, moja un hisopo en la mezcla y aplícatelo en la zona del dolor.
La dentista Irina Sinensky aprueba el remedio y explica: “El aceite de clavo tiene eugenol, que adormece el nervio dental cuando entra en contacto con él”.
Sin embargo, advirtió que el alivio “es temporal” y la situación debe ser evaluada por un profesional en el área.
Enjuagarte con agua salada
2
La doctora Sinensky señala que este método es efectivo sobre todo cuando hay infecciones y abscesos, gracias a su poder antiséptico. “El agua salada atrae todas las cosas malas sobre sí misma”, destacó.
Añadió además que enjuaguarse la boca con agua salada en estos casos es mucho mejor que un enjuague bucal tradicional, ya que estos contienen alcohol que puede irritar los dientes y encías lastimas. De hecho ten cuidado con esos productos, porque es uno de los 2 hábitos que los dentistas consideran “un desastre” después de cepillarse.
Para aplicar el remedio tan solo tienes que mezclar un cuarto de cucharadita de sal en una taza con agua tibia. Luego que se disuelva haz buches en la boca durante unos 30 segundos antes de escupirla.
Ponte una compresa fría
3
El efecto de la compresa fría está en reducir la inflamación y la hinchazón de las encías, lo que evidentemente produce dolor.
Para elaborarla puedes empapar una toalla pequeña en agua fría y colocándola en el congelador por unos 15 minutos. Otro método es arropar unos cubos de hielo y aplicarte la compresa en la zona donde sientes dolor.
Incluso una bolsa congelada de alimentos pudiera servirte, en última instancia. La doctora Sinensky aconseja dejártela en la cara por unos 10 minutos (o lo que resistas), descansando otros 10 antes de ponértela de nuevo.
Un analgésico siempre alivia
4
No tiene que ser un analgésico sofisticado, sino uno de venta libre que te ayude a calmar el dolor.
“Mi sugerencia personal es tomar 600 mg de ibuprofeno y dos paracetamol extra fuertes cada 4 a 6 horas, si el dolor persiste, hasta que pueda hacer un seguimiento con un dentista”, indicó la doctora Sinensky.
La idea no solo es aliviar el dolor temporalmente, sino también reducir la inflamación.
Ponte saquitos de té de menta
5
Al igual que los aceites esenciales, la mente tiene componentes que pueden adormecer el nervio y calmar el dolor de muela.
Deja enfriar un poco un saquito de té de menta que ya hayas usado para una infusión y aplícatelo directamente en la zona afectada.
Otro método es colocar la bolsita usada en el congelador, dejando que se enfríe durante 3 o 5 minutos. Luego póntelo en el diente y espera que surta efecto.
Si alguno de los remedios caseros te está funcionando, no significa que dejes de asistir al médico. “Uno siempre debe ver al dentista si experimenta algún tipo de dolor, incluso si es leve o menor y desaparece rápidamente”, acotó la doctora Irina Sinensky.
Asimismo, advirtió que la molestia puede ser causada por rechinar los dientes, una infección en las encías u otra cosa que solo podría detectar el dentista a través de sus conocimientos.
