COVID: anticoagulantes reducirían significativamente riesgos relacionados con la enfermedad, afirma estudio
Un estudio de la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos, y la Universidad de Basilea, en Suiza, publicado en la revista EClinical Medicine the Lancet, determinó que el consumo anticoagulantes reducen a la mitad el riesgo de muerte y en 43% la probabilidad de hospitalización
El riesgo de muerte y de hospitalización al contraer el virus de la COVID-19 puede ser considerablemente menores si se consumen anticoagulantes.
Un estudio publicado en la revista EClinical Medicine the Lancet, reseñada por The Economic Times, que evaluó a 6,195 pacientes mayores de 18 años de edad en 12 hospitales y 60 clínicas de Estados Unidos determinó que el consumo de inhibidores o retardantes de la coagulación de la sangre reducen a la mitad el riesgo de muerte y en 43% la probabilidad de hospitalización.
La investigación clínica realizada entre el 4 de marzo al 27 de agosto de 2020 analizó la relación entre la terapia de anticoagulación de 90 días entre pacientes ambulatorios antes del diagnóstico de la COVID-19 y el riesgo de hospitalización y mortalidad. También analizó la asociación entre la terapia de anticoagulación, que se usa para prevenir los coágulos de sangre, y el riesgo de mortalidad entre los pacientes ingresados.
Resultados satisfactorios de anticoagulantes para prevenir y tratar complicaciones del virus
Los resultados que encontraron los investigadores de la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos, y la Universidad de Basilea, en Suiza, fueron satisfactorios. Aquellos pacientes que tomaban anticoagulantes redujeron en 43% su probabilidades de ser ingresados, incluso si eran mayores o tenían enfermedades preexistentes.
De la misma manera, aquellos que ya estaban ingresados al centro médico por COVID-19 redujeron en un 50% el peligro de muerte por complicaciones derivadas de la enfermedad, independientemente de si lo tomaban desde antes o al momento de ingresar al hospital.
"Muchas personas con COVID-19 desarrollan coágulos sanguíneos anormales debido a una inflamación alta, lo que puede provocar complicaciones de salud graves y mortalidad. Los anticoagulantes son medicamentos recetados para prevenir la formación de coágulos de sangre en pacientes con un coágulo de sangre previo en los pulmones o las piernas. También previenen los coágulos de sangre en el cerebro secundarios a ritmos cardíacos anormales, como la fibrilación auricular"
Hozayen expuso que en la actualidad la mayoría de los centros de todo el mundo, existen protocolos para comenzar a tomar anticoagulantes cuando los pacientes ingresan por primera vez en el hospital por COVID-19, ya que es “una opción de tratamiento vital comprobada”.
Estos descubrimientos se están observando con grupos de investigación en otras partes del mundo. Tal es el caso de Egipto, que permite observar cómo los anticoagulantes afectan a los pacientes en sistemas de atención médica con una inversión más baja y en diferentes poblaciones de pacientes.