Bañarte con tu pareja: 3 razones para hacerlo más seguido
El psicólogo social Alejandro Rodríguez, coach de parejas, destacó que bañarte con tu pareja ofrece beneficios imperdibles, tanto para la relación romántica como la sexualidad
Uno de los hábitos más románticos y eróticos (no sexuales) en una convivencia de pareja, sea matrimonio o concubinato, es la oportunidad de tomar una ducha juntos. Sin embargo, curiosamente no ocurre en todos los casos, porque hay relaciones que conservan sus «normas» de privacidad cuando se trata del baño.
El psicólogo Alejandro Rodríguez, coach de parejas, psicólogo social y colaborador de Mejor con Salud, destacó que bañarte con tu pareja ofrece beneficios imperdibles, tanto para la relación romántica como la sexualidad.
Se trata de hábitos cotidianos que toda pareja necesita, similar a la de besarse por un minuto todas las noches antes de dormir, o quizás la técnica de «los tres agradecimientos». Meterse los dos bajo la regadera es algo que nunca deberías dejar pasar.
3 motivos para bañarte con tu pareja más seguido
Alimenta la intimidad
1
¡Indudablemente! Tomar una ducha juntos hará que se sientan más cercanos, elevará la confianza y la intimidad, no sexual. Y ojo, esto no implica que el momento acabe como lo estás pensando.
Pero lo importante es priorizar la cotidianidad, es decir, enjabonarse, hacer juegos con la regadera, turnarse, sentir un poco de frío y sobre todo tomarse el tiempo que quieran.
Si eligen la tina en lugar de la ducha, también podrán relajarse, tener conversaciones interesantes o un registro de relación.
Varía la sexualidad
2
Al no haber cama, muebles ni sillas, la sexualidad en la ducha puede ser todo un desafío. La caída del agua lo hará más interesante, se atreverán a nuevas posiciones y si ya te gustaba bañarte después de tener relaciones sexuales, pues mucho mejor.
La confianza alcanzará un alto nivel
3
Tomar una ducha juntos puede estar fácilmente en el top 5 de hábitos que elevan la confianza de una pareja. Es un acto muy íntimo y privado, por lo que compartirlo es maravilloso y le estás diciendo que te importa mucho, afirma el psicólogo Alejandro Rodríguez.
Asimismo, es una decisión que elimina barreras como la gimnofobia, cuando el miedo a la desnudez afecta la intimidad de pareja. Una vez que se bañan juntos, definitivamente algo cambió, algo se transformó y será para bien.
Si bien ducharse juntos no es algo del otro mundo y un alto número de parejas lo practica, es vital que haya una conversación o al menos una invitación.
Nunca te le metas en la ducha sin previo aviso, porque es un momento para conocerse, y si esa persona no estaba lista, la intención podría convertirse en un rechazo o desprecio.
La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.