Cohousing: la oportunidad de envejecer en comunidad para milenialls
En el cohousing un conjunto de individuos se une para vivir en comunidad en torno a un proyecto de vivienda común y autogestionada
El ‘cohousing’ se presenta como una modalidad residencial que aspira a ofrecer una vivienda independiente, con zonas y servicios comunes -como la cocina o el área de descanso-, a millones de personas mayores que, a su vez, pueden compartir gastos y reducir los costes de los servicios e instalaciones que puedan necesitar. Crédito: TunedIn by Westend61 | Shutterstock
El cohousing, o vivienda colaborativa en español, es una modalidad residencial en la que se comparten espacios como la cocina o áreas de descanso entre los habitantes de edificios o residencias.
Este sistema nació en la Dinamarca de los años 60 y combina diferentes soluciones arquitectónicas con los principios de vida comunitaria, cooperativismo y propiedad colectiva.
En el cohousing un conjunto de individuos se une para vivir en comunidad en torno a un proyecto de vivienda común y autogestionada.
Entre todos diseñan el espacio de acuerdo a las necesidades del colectivo, con hogares independientes y zonas compartidas como la cocina, el comedor o las zonas verdes.
Además, comparten servicios esenciales como la limpieza, la jardinería o el cuidado de los niños.
El cohousing suele partir de un grupo reducido de personas con los mismos intereses, objetivos y filosofía de vida.
Beneficios de vivir en comunidad: Cohousing
El núcleo de esta comunidad intencional establece primero las bases de la convivencia y deja para más adelante, una vez se configura el grupo definitivo, aspectos como el modelo organizativo, las opciones reales del proyecto o la fórmula financiera para desarrollarlo.
El cohousing evita la soledad no deseada y facilita la búsqueda de cuidados.
Victoria Lerroux, vicepresidenta del Consejo Rector de Trabensol y Psicóloga Clínica, buque insignia del cohousing senior en España puso un par de ejemplos sobre los beneficios de esta modalidad.
Citó algunos ejemplosde personas mayores, que viviendo solas y sufrieron un accidente, físico o de salud, y con el cohousing estos riesgos disminuyeron.
En cualquier caso, Lerroux reconoció que no todo el mundo puede vivir en un cohousing.
“Hace falta tener un espíritu colaborativo, en el que la solidaridad y la democracia son esenciales. Cuando las personas no tienen ese espíritu, por supuesto, hay otro tipo de soluciones”, señaló.
Francisco Javier Díaz, vicepresidente de Villa Armonía, aportó el punto de vista del cohousing intergeneracional que están poniendo en marcha.
“Sin desmerecer a las iniciativas senior, la cercanía de gente joven a los mayores, es buena para ambos, es más natural”, señaló.
También insistió en que el cohousing implica, necesariamente, colaboración mutua.
En España hay más de dos millones de personas de más de 65 años que viven solas. A fin de combatir esta soledad impuesta, se están desarrollando nuevos modelos de residencias basadas en viviendas colaborativas.
Para aquellas personas interesadas en el ‘cohousing’, hay algunos consejos que pueden ser útiles.
- El primero sería informarse y asegurarse de que las características de este modelo son compatibles con sus expectativas de vida para la jubilación. Rodrigo sugiere, por ejemplo, visitar algunos proyectos en funcionamiento.
- El segundo paso sería “crear o integrarse en un grupo de personas con intereses y valores afines, con los que se compartan inquietudes, vivencias o estilos de vida y con las que se desee emprender un proyecto vital para la jubilación”.
- Buscar asesoramiento de entidades profesionales expertas también resulta aconsejable para evitar errores que hagan fracasar el proyecto.
