Cómo validar la tristeza, el miedo y el enojo de mi hijo

La psicóloga Sara Rodríguez compartió paso a paso cómo validar las emociones displacenteras de tu pequeño en función de que se sienta escuchado, atendido y reconfortado

validar la tristeza, el miedo y el enojo de mi hijo

Los niños más pequeños deben comenzar a notar que otras personas también tienen sentimientos. Hablar de cómo se pueden sentir los demás ante determinadas acciones puede ayudarlos a desarrollar la empatía. Crédito: Pexels

Asumir la maternidad con la intención de no repetir los patrones invalidantes de nuestra crianza debería ser un compromiso común. Sobre todo para aquellas personas que fueron criadas con la premisa de que hay “emociones buenas y malas”. Te decimos cómo validar la tristeza, el miedo y el enojo de tu hijo y no morir en el intento.

En ocasiones no somos conscientes de todas las invalidaciones que experimentamos desde pequeños. Sin embargo, cuando comienzas a reflexionar, autoexplorar e ir a terapia, te das cuenta de que las raíces de tus comportamientos de adulto, se encuentran en tu infancia.

No se trata de culpar a nuestros padres, porque ellos hicieron lo mejor que podían, sino de no seguir pasando la vara de los traumas, como en una carrera de relevo.

Entonces, si has identificado que tienes una mala relación con las emociones displacenteras, como el enojo, el miedo y la tristeza, es hora de trabajar para no repetir lo mismo con tu hijo pequeño.

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De lo contrario, pueden enfrentar problemas más adelante en la vida con su salud mental, como depresión y ansiedad por falta de límites, ser “people pleaser” o no saber decir que “no”, e incapacidad para priorizarse.


Previamente, hablamos en otro artículo cómo una encuesta reveló que madres y padres necesitan apoyo para iniciar este tema de hablar de salud mental, junto con algunas herramientas para comenzar a hacerlo con tu hijo.

De la misma manera, escribimos sobre 3 maneras de enseñar a tu hijo a expresar sus emociones y evitar las rabietas muy útil para aplicarlo desde que están más pequeñitos.

Cuando los niños son pequeños viven a través de sus emociones y sentimientos. La capacidad de regular lo que sienten es una tarea difícil, más cuando se trata de emociones no placenteras.

Lloran, gritan, patalean, golpean y arrojan objetos por decir lo menos. No es el escenario ideal de ninguna mamá, pero sí el punto de partida para aprender.

La psicóloga Sara Rodríguez, quien tiene una comunidad en TikTok de más de 86 mil seguidores y acumula casi 572 mil “me gusta” con sus videos, compartió paso a paso cómo validar las emociones de tu pequeño en función de que se sienta escuchado, atendido y reconfortado.

Lo primero será escuchar el malestar de tu hijo y darle nombre a la emoción: “Esto que estás sintiendo se llama miedo/ enojo/ tristeza«. También lo puedes hacer a través de historias, cuentos o películas.

La idea es construir un “vocabulario emocional” para que pueda gestionar sus emociones de una manera más eficiente.

Lo segundo, explica Rodríguez, es hacerlos sentir acompañados y que no son los únicos que se siente así: “Mamá también se enoja/siente miedo/ se pone triste a veces”.

Los niños pequeños deben comenzar a notar que otras personas también tienen sentimientos. Hablar de cómo se pueden sentir los demás ante determinadas acciones puede ayudarlos a desarrollar la empatía.

Y por último, hay que explicar, de acuerdo a su nivel, la función de cada emoción. La tristeza nos consuela por la pérdida de algo, el enojo nos ayuda a poner límites y el miedo es para preservarnos.

La verdad es que todas las emociones son necesarias. Ayudar a los niños a identificar y expresar sus emociones significa resistir la tentación de castigarlos.

Al recurrir a estos métodos de castigo, los niños reciben el mensaje de que sus malas emociones son las culpables de sus malas conductas. Como resultado, intentan embotellar sus emociones hasta que llegan a un punto en el que un día se “desborda” a través de un episodio de crisis o rabietas. Y eso es precisamente lo que hay que evitar.

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