¿Debería decirle a mi pareja que le fui infiel?
Un especialista analiza el escenario y ofrece la realidad sobre la "honestidad" de revelar una infidelidad y qué es lo mejor para la relación
Tras el pecaminoso acto de haber cometido una infidelidad, la satisfacción y el remordimiento inauguran una batalla física y mental. Pareciera que lo más sensato es mantenerlo como un prohibido secreto, pero aquel “amor” hacia la pareja carcome los pensamientos ¿debo confesarlo?
Las infidelidades son una de las principales causas que arruinan una relación sentimental. Puede que haya otros problemas, pero este representa una herida mortal que acaba con el amor inmediatamente.
Es probable que, tras haber engañado a tu pareja, deseas seguir con esa relación, pero tampoco quieres sincerarte y que sepa tu error. Omitiendo el cinismo de alguno, ahora piensas que debes guardarlo para no causarle dolor a tu pareja. Pero… ¿realmente es lo correcto?
Según el sexólogo y director clínico de “Seeking Integrity”, Robert Weiss, “el pegamento que mantiene unidas las relaciones saludables y agradables a largo plazo no es el sexo, el dinero o incluso los niños. Es confianza”. Así lo escribió para el portal Psychology Today.
Es decir, cuando traicionas esa confianza que tu pareja ha depositado en ti, también dañas tu relación con él o ella. Para Weiss “la infidelidad es la ruptura de la confianza». Lo que más le duele es que violaste la confianza.
Justificaciones de «amor», a cambio de la verdad
Cuando una persona es infiel y decide no confesarlo empieza a justificar internamente: “guardaré el secreto por el bien de la relación”. También podrían pensar :“jamás lastimaré a mi pareja si nunca se entera de lo que pasó”. Este tipo de argumentos se disfrazan de conveniencia.
Pero la realidad es que no está bien pensar así. La persona traicionada merece saber la verdad y decidir qué hacer con el rumbo de la relación, si perdonar o que cada uno siga su camino.
Además, aunque el que traiciona no diga nada, siempre dejará evidencias de su comportamiento. La distancia física y sentimental se notará, y el desdén será el nuevo protagonista de la relación.
¿Guardar el secreto o asumir el riesgo del daño?
Puede que mentir te sirva por un tiempo, que tus trampas te salven temporalmente, pero esa relación irá en picada, afirma el doctor Weiss. El problema no se va a solventar si te sales con la tuya, guardando el secreto. La distancia será inevitable, sobre todo si la infidelidad ocurre en reiteradas ocasiones.
Pero si realmente quieres reparar los daños, valorar a su pareja y quizás tener una nueva oportunidad, deberá aclarar lo que sucedió. Puede que pienses que al confesar, inmediatamente todo se acabará, pero la realidad es que todo puede pasar.
El dolor y la traición conllevan a decisiones, posiblemente impulsivas, tirando la relación desde lo más alto del edificio. Pero con el tiempo, y ayuda profesional, la conclusión podría variar.
“Si realmente siente remordimiento, si es completamente honesto y si está dispuesto a reconstruir la confianza, su relación puede sanar hasta el punto en que no solo sobreviva, sino que prospere”, apunta Robert Weiss.
Reparar los daños no ocurrirá de la noche a la mañana, debes saberlo. La perseverancia, paciencia, los detalles y demostrar que tu amor sí existe, son tus aliados para conquistar a la pareja.