Los 4 conflictos de familia más comunes y cómo resolverlos
Problemas todos tenemos, pero la magia está en evitar que la familia se convierta en una guerra
Por más que exista amor y armonía en una familia, siempre habrá problemas en algún momento de la convivencia. En ciertos casos, esas contrariedades pueden convertirse en una guerra donde las emociones se desatan y el estrés se convierte en una constante, y esto no es positivo para ninguna persona del núcleo familiar.
Ya sea con tu hijo, con tu esposo, con tu esposa o con tus padres, estos son los conflictos de familia más comunes y cómo resolverlos a través de la comunicación para que tu familia logre un equilibrio.
La familia es la base de la sociedad, dice la definición más clásica, pero a nivel práctico la familia es un conjunto de personas que comparten un vínculo filial. Al ser individuos con distintas personalidades e intereses, los conflictos suelen ser comunes y parte de la convivencia.
Según el sitio especializado Psicología y Mente, hay diferentes tipos de conflictos familiares que pueden resolverse también de diferentes maneras:
Conflictos de pareja
Una pareja comparte muchas cosas en común, pero también tiene diferencias que, al final de cuentas, los hace complementarios. El origen más común de las disputas o crisis entre cónyuges son los problemas de comunicación o los malos entendidos. También cuando un miembro de la pareja siente que ha perdido identidad o libertad, o bien, cuando intenta cambiar al otro.
La clave para resolver estos conflictos es hablar honesta y tranquilamente, expresar sus sentimientos y estar dispuestos también a reconocer sus faltas. Recuerda siempre que cambiar a otra persona es imposible; si quieres ver cambios en tu entorno de vida, empieza por cambiar tú mismo. Y si logran manejar adecuadamente estos problemas, saldrán más fortalecidos como pareja.
Conflictos entre padres e hijos
Las diferentes etapas de crecimiento de los hijos suponen diferentes retos. Los hijos cambian con los años, y los padres también. Durante la etapa infantil, el reto de los padres es establecer límites sin coartar su libertad; durante la adolescencia, los hijos sufren altibajos emocionales que a veces los padres no comprenden; y durante la adultez, padres e hijos tienen otro tipo de convivencia determinada también por la forma en que resolvieron las etapas anteriores.
Para ayudarte a resolver los problemas con tus hijos en diferentes etapas, busca información sobre lo que les está ocurriendo a ellos e, incluso, puedes consultar a un terapeuta profesional. Una clave fundamental es confiar en tus hijos y dirigirte a ellos desde el amor.
Conflictos entre hermanos
Las peleas, los gritos y la competencia entre hermanos es un factor común en todas las familias… y así debe ser. Los hermanos son una especie de entrenadores de sus hermanos para aprender a establecer relaciones en otras etapas de la vida.
La mayor parte de las veces no es necesaria la intervención de los padres para resolver los conflictos entre hermanos y lo mejor es dejar que arreglen sus diferencias entre ellos, como pares que son en la estructura familiar.
Conflictos con adultos mayores
Es probable que la familia nuclear incluya a los abuelos. Cuando un adulto ingresa a la llamada tercera edad sus dinámicas cambian de manera muy importante, tanto física como psicológicamente. El deterioro corporal normal de la edad, así como los cambios en su círculo social y profesional pueden complicar la convivencia con un adulto mayor.
La mejor manera de enfrentar estos cambios es conservar la empatía por los abuelos y entender que asumir y aceptar estos cambios no es fácil para nadie. Después de todo, ellos dieron su mejor esfuerzo por su familia y ahora merecen comprensión. Recuerda que, en un momento, tú también vivirás esa etapa.
Los conflictos familiares son inherentes a la convivencia y a la diversidad de personalidades que la conforman, pero trata de aprender a manejar tus emociones y entender las de los demás. Poner el amor por delante siempre ayuda.