Por qué nunca deberías dejar la puerta del baño abierta, podría ser peligroso para tu salud

Los hábitos comunes indican que lo correcto es dejar la puerta del baño abierta, para evitar que se acumule la humedad y los gases, sin embargo, expertos advierten que esta costumbre podría ser peligrosa para tu salud

Cuando utilizas el sanitario, los malos olores quedan en el ambiente e inmediatamente buscan una vía de escape.

Cuando utilizas el sanitario, los malos olores quedan en el ambiente e inmediatamente buscan una vía de escape. Crédito: Unsplash

En una publicación anterior te contamos que, según expertos, dejar la tapa del inodoro abierta es un peligro para tu salud. Pero hay otro objeto que tampoco puede quedar abierto y se trata de la propia puerta del baño. También podría ser riesgoso.

Sin embargo, los hábitos comunes indican que lo correcto es dejar la puerta abierta, para evitar que se acumule la humedad y los gases en el baño. Es decir, la ventilación también es importante.

Pero los expertos en salud pública refutan esa costumbre y enfatizan que no es muy bueno. Por encima del tema de la ventilación, que podrías generarlo con la ventana, después de usar el sanitario es seguro que habrá muchas bacterias en el aire.

En este sentido, al dejar la puerta abierta, las bacterias y el desagradable olor puede mudarse y extenderse a múltiples rincones de la casa, porque se ensuciará todo el ambiente. Pero lo más peligroso es que se trata de una suciedad que no ves, una contaminación silenciosa y riesgosa.

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Si necesitas ventilar el baño, lo más recomendable es que abras la ventana, evitando las bacterias y que la humedad invada la habitación. Al haber humedad, se genera moho.

Y otra solución es cerrar la puerta y encender el extractor de aire para la ventilación.


¿Qué pasa si cierras la puerta y olvidas abrir la ventana?

Dependiendo de la calidad de la ventana, es probable que se escape un poco del aire o no, de lo contrario, la única salida es por debajo de la puerta. Sin embargo, los malos olores tardarán mucho en salir y podrían adherirse a telas, objetos, como la papelera, el papel sanitario y hasta la cortina de la ducha.

Afortunadamente, existen algunos remedios caseros con los que puedes eliminar esos malos olores y sin usar productos químicos. Te contamos tres de ellos:


Vinagre y bicarbonato para la papelera

1

Asegúrate de que siempre esté bien tapada, ya que los olores fecales pueden colarse en el ambiente general de tu baño.

Además, es fundamental que limpies la papelera y una de las mejores formas de hacerlo es enjuagándola con agua y vinagre blanco, espolvoreando dos cucharaditas de bicarbonato de sodio.

El bicarbonato de sodio actúa con un absorbente de malos olores, así que utilízalo con confianza.


Limón en las esquinas

2

Corta un par de rodajas de limón y colócalas en una esquina del baño. El poder desinfectante de esta fruta y su aroma cítrico permitirá que el lugar siempre tenga un olor neutro.

Coloca los limones en la esquina que esté más alejada de la ventana, de modo el efecto se conserve más tiempo.


Bicarbonato y agua caliente para el inodoro

3

El remedio consiste en combinar la sustancia con sal y agua hirviendo, una mezcla que debes verter en el interior del váter y dejarlo actuar por unas horas sin descargar el inodoro.

Hazlo cada dos o tres días y los olores del baño quedarán completamente eliminados.


La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.

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