Madres en deconstrucción: Primera vez sin mi hija en Año Nuevo
Las fiestas de Navidad y Año Nuevo son un momento difícil para toda madre que elige separarse y debe compartir a su hija con el progenitor
Gracias por estar leyendo nuevamente este espacio, uno donde comparto experiencias sobre este camino de maternidad como madre separada y en deconstrucción.
Las fiestas de Navidad y Año Nuevo son emocionalmente especiales cuando eres una mujer migrante en un país con una cultura diferente a la anteriormente conocida.
El primer año que festejé la Navidad como madre separada tuve la suerte de hacerlo con mi hija, pero en Año Nuevo no.
En Año Nuevo aún había alerta de COVID 19, y con mi nueva pareja estuvimos solos en casa, nos acostamos temprano casi cuando terminaron las 12 campanadas.
El sentimiento de ese año fue confuso. Había mucha tristeza, mucha frustración, mucha nostalgia y, mucha culpa, pues la decisión de separarme fue mía, por tanto “yo debía saber que esto iba a pasar”.
Y, la verdad es que nadie te dice que tienes que tener compartir a tu hija en estas fechas, porque seguramente, con el progenitor de tu hija no puedas llegar a un acuerdo para celebrar juntos.
La celebración de Año Nuevo sin tu hija después de separarte
El licenciado en psicología de Hémera Pablo Barraza, asegura que generalmente a partir de una separación, la dinámica familiar cambia y con ella es importante crear nuevas experiencias.
Barraza destaca la importancia del “clima festivo para los niños”, que incluye armar el arbolito, el pesebre y decorar la casa.
“Todo esfuerzo vale la pena para que estas fiestas sigan siendo mágicas para sus hijos”, dijo a Infobae el experto.
¡Spoiler alert!, si te quieres separar: no lo hagas en Navidad
Quedarnos en un lugar en donde no somos feliz, no nos sentimos valoradas, aceptadas, respetadas, cuidadas, amadas, y tranquilas NO ES UNA OPCIÓN.
Siempre es mejor separarte que “aguantar” situaciones que no se deben naturalizar, pero sí te recomiendo que anticipes las fechas.
Es importante el acompañamiento psicológico para cuando ya decides separarse y posteriormente lo comunicas, pero luego toca pensar en:
- Los cumpleaños de los niños: medio día con un papá y otro medio día con el otro.
- Las cenas de Navidad y Año Nuevo se deben dividir.
Habrá momentos en que no puedas estar con tus hijos porque van a irse de vacaciones con el progenitor, o van a estar un par de noches en su casa.
Y sí, estas son situaciones que pueden generar un bajón terrible en las madres, especialmente aquellas que decidieron separarse.
Por eso queremos compartir una serie de recomendaciones que te pueden servir de salvavidas si la situación te hace entrar en una nostalgia profunda:
1. Llama a una amiga: salgan a dar una vuelta, pedile consejos o simplemente reunirse a tomar un vino y a charlar. Porque…, como siempre, ¿qué sería de nosotras sin ellas?
2. Date un permitido: comer algo rico, salir a mirar vidrieras, dormir hasta las 11.
3. Hazte un mimo: mirate esa peli en pijama, date un baño de inmersión, pedí helado. ¿Desde cuándo no lo hacías?
4. Anota proyectos: ¿clases de baile? ¿Taller literario? Fin de año es una época excelente para bajar a papel todo lo que siempre planeamos hacer y venimos posponiendo.
5. Haz una reunión con alguien que ya haya pasado por esto: muchas veces, hablar con alguien que atravesó lo mismo no solo ayuda, sino que también nos hace sentir contenidas.
6. Aprovcha la nueva libertad: si tenés hijos, este consejo es para vos. Descubrir que un sábado no tenés que ocuparte de nadie ni hacer la comida puede ser, de por sí, un re plan.
La noche no es lo más importante
Aunque el foco está en la cena de Nochebuena y Año Viejo, la realidad es que durante el día te puedes planificar para hacer algo divertido y que tus hijos puedan recordar año tras año, una nueva tradición.
Un ejemplo puede ser: Pasear o salir a almorzar lo que hubieran cenado juntos; Hacer una reunión familiar en casa o con amigos que empiece temprano y termine cuando los niños se vayan.
La última opción puede servir, incluso, para que tú puedas descansar del día más tranquila pues disfrutaste de su energía a gusto.
Esto es crucial rodearte de personas que entienden y ofrecen apoyo emocional en esta situación en particular.
Podrías hablar con algunas amigas que estén en la misma situación y reunirte en la casa de alguna para estar en Año Nuevo.
Conectar con otras personas en situaciones similares es de gran ayuda, más cuando es la primera vez que pasarás por ello.
Debo irme, mi hija volverá pronto de casa de su progenitor.
Recuerda que me gustaría conocer tu historia sobre cómo vives la maternidad. Deja tus comentarios que los leemos.
Conoce más sobre la autora: Mi viaje como “Madre en deconstrucción” arrancó hace más de 5 años cuando supe que estaba embarazada en medio de una migración obligada. Estuve en pareja con el progenitor de mi hija por más de 11 años. Me separé post crianza, fui madre separada y luego me volví a enamorar. Inicié un ciclo de sanación holística para deconstruir los vínculos familiares de la infancia y, actualmente vivo la maternidad, la migración, los cambios de la vida acompañada por una terapeuta clínica. Sí, para mi la maternidad no es rosa, la maternidad para mi es un desafío constante que te obliga a deconstruir todo lo que sabes, aprender cosas nuevas y volver a ensamblar las piezas rotas, de nuevo, cada día.
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