Cómo saber si tienes un ataque de pánico, incluso antes de los síntomas
Generalmente, detectar un ataque de pánico se hace por medio de los síntomas físicos, porque si bien podría desencadenarse por un factor que no es real, la mente lo hace real, y allí es donde se producen los signos
Es muy probable que solo logren identificarlo, antes de los síntomas, aquellas personas que tienen tiempo padeciendo de ataques de pánico. Crédito: Shutterstock
En términos clínicos, el ataque de pánico es un trastorno que se caracteriza por “una ola repentina de temor o incomodidad, o bien, una sensación de perder el control”. Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados unidos, estos pueden ocurrir cuando incluso “no existe un peligro real”. También hay 5 claves para diferenciarlo de un ataque de ansiedad.
Detectar un ataque de pánico se hace por medio de los síntomas físicos. Porque si bien podría desencadenarse por un factor que no es real, la mente lo hace real, y allí es donde se produce: ritmo cardiaco acelerado, sudoración, escalofríos, dificultad para respirar, mareos, molestias estomacales y dolor en el pecho, como si te fuese a dar un infarto.
Ahora bien, ¿es posible detectar el ataque de pánico, incluso antes de que se produzcan los síntomas?
La respuesta es SÍ. Pero aun sabiendo que vas a atravesar por este episodio, no hay garantía de que puedas evitarlo, más allá de haberlo detectado.
También es muy probable que solo logren identificarlo, antes de los síntomas, aquellas personas que tienen tiempo padeciendo de ataques de pánico. Esto debido a que conocen su trastorno, han asistido a terapia profesional y ahora aprendieron a sobrellevarlo.
La clave para detectar un ataque de pánico, antes de los de los síntomas
De acuerdo a expertos, un ataque de pánico podría ser hereditario, pero es un factor que está bajo investigación. Asimismo, y aquí es donde está la clave, el estrés y los factores ambientales o externos desempeñan algún papel en este trastorno.
Generalmente, el ataque de pánico sucede por un motivo: algo desagradable que viste, una experiencia estresante o perturbadora, una fuerte discusión con un ser querido u otra persona, o tal vez por sensaciones negativas que provienen de una inseguridad.
Entonces, cuando atraviesas por alguno de estos eventos, si aprendes a tener mayor comunicación con tu cuerpo, podrías detectar que esa situación, en los próximos minutos, quizás al día siguiente o en un par de días, va a desencadenarte el ataque de pánico, porque ahora está alojado en la mente.
Si bien suena como una mala noticia, podrías trabajarlo como una especie de “sexto sentido”, una “habilidad” personal, el cual te alerta que esa situación desagradable, perturbadora o estresante que viviste, volverá para intentar atormentarte, de modo que puedas prepararte ante la posible llegada del episodio.
Ojo, esto no significa que vas a adivinar cuándo llegará el ataque de pánico, y ojalá que no llegue nunca. Simplemente, vas a estar un paso adelante, preparándote ante la posibilidad, y principalmente gracias a la experiencia que te ha dejado el convivir con el trastorno.
La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.
