¿No puedes orinar en baños públicos? Una razón científica lo explica

De acuerdo a expertos, el motivo de tu rechazo a los baños públicos se debe a una condición que no solo produce incomodidad, sino que podría llegar a provocar un ataque de pánico

La razón científica por la que no puedes usar baños públicos.

Las condiciones en las que se encuentra un baño público influyen en el rechazo que sientas, pero hay quienes no podrían, aunque el sanitario esté en perfecto estado. Crédito: Shutterstock

No importa cuántas ganas tengas de orinar (o de evacuar), la sola idea de entrar a un baño público te retuerce la cabeza, al punto de que prefieres marcharte a casa para cumplir con tus necesidades fisiológicas. Pero no te juzgues, porque esto tiene una explicación científica muy razonable.

Ciertamente, sería molesto estar en un centro comercial y que debas regresarte a casa por el simple hecho de querer orinar. Algunos se atreven, después de meditarlo, pero es probable que otros se resistan y acaban aguantando las ganas, lo que tampoco es saludable.

De acuerdo a expertos, el motivo de tu rechazo a los baños públicos se debe a una condición llamada «paruresis» o síndrome de la vejiga tímida.

«Es la imposibilidad o dificultad de orinar en baños públicos o en situaciones con personas alrededor», define la Asociación Internacional de Paruresis (IPA), que además precisa que aproximadamente el 7% de la población mundial padece este síndrome.

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Especialistas como la doctora Krisha McCoy, profesional en nutrición desde la Universidad de Tufts e integrante del Western New York Urology Associates, han hablado también sobre las probabilidades de contraer enfermedades en un baño público.


Cómo saber si tengo paruresis

Aunque la señal más clara es el rechazo o desagrado de sentarte en un sanitario público, hay otros signos que pueden ser determinantes para un diagnóstico. La paruresis podría incluso provocar un ataque de pánico, así que evalúa estos síntomas:

  • Tienes ganas de ir al baño y cuando estás ahí, no logras orinar
  • Sientes ansiedad cuando entras a un baño público, incluso antes
  • Experimentas un terrible miedo cuando estás en un baño público y alguien se acerque
  • Evitas ir a los baños ajenos en casa de familiares, por temor a que se escuche
  • No te atreves a ir al baño en casa cuando tu pareja está cerca
  • Si recibes visitas en casa, no puedes concentrarte en el baño mientras estén ahí
  • Evitas tomar líquidos antes de salir de casa, por temor a que te den ganas de ir al baño
  • Vas al baño muchas veces antes de salir de casa, aunque no tengas la necesidad de orinar

Afortunadamente, la paruresis es una condición que puede mejorar con una terapia de exposición gradual, la cual podría ayudarte a reducir el temor de usar un baño público y las sensaciones negativas.

La idea es que puedas sentir la mayor comodidad posible, procurando siempre entrar en salas sanitarias que al menos estén en condiciones aceptables de salud.

Procura llevar tu propio papel sanitario, limpiar el asiento antes de sentarte (o no sentarte del todo) y lavarte las manos con abundante agua y jabón antes de salir. Estas medidas de higiene van a permitir que sientas mayor confianza en este hábito tan común.


La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.

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