3 errores al guardar tu leche materna y que ponen en riesgo la vida de tu bebé
Con el aporte de expertos, te indicamos cuáles son los errores que jamás debes cometer al guardar tu leche materna, puesto que dejarías a tu bebé en riesgo de contraer una infección bacteriana
La desinfección de todos los materiales que usas para guardar la leche materna es fundamental para la salud de tu bebé. Crédito: Shutterstock
La técnica de almacenar tu leche materna resulta de gran ayuda para descansar durante la lactancia. Una de las principales ventajas es que el papá del bebé u otra persona cercana podrán alimentarlo con un biberón, mientras tú duermes, te relajas o te dedicas a otras tareas. Sin embargo, la práctica debe hacerse cuidadosamente para no exponer la vida de tu bebé.
Con el aporte de expertos, te indicamos cuáles son los errores que jamás debes cometer al guardar tu leche materna, puesto que dejarías a tu bebé en riesgo de contraer una infección bacteriana.
Guardar nuevamente la leche tras descongelarla
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Si después de darle leche a tu bebé, te sobró, ese resto debes desecharlo. Aunque siguen las investigaciones para determinar si esta leche se puede reutilizar con seguridad o no, los expertos recomiendan que se descarte antes de las 24 horas por prevención.
Asimismo, los especialistas de Mayo Clinic advierten que la leche no debe calentarse en un microondas, pues no quedará uniforme, es decir, algunas partes estarán demasiado calientes, mientras que otras frías.
Asimismo, hay evidencia científica de que calentar la leche instantáneamente podría afectar los anticuerpos que tanto necesita tu bebé.
No limpiar bien el extractor
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El extractor de leche materna debe estar obligatoriamente impecable cada vez que lo vayas a usar o podría estar lleno de microbios que pondrían en riesgo la vida de tu bebé. Así que diariamente debes desarmar tu extractor y desinfectarlo con mucho cuidado.
Además, debes incluir también el biberón y el cepillo con el que lo lavas. Para realizar correctamente la higienización de estos utensilios, puedes recurrir al vapor o al agua hirviendo.
En el caso del vapor, existen esterilizadores especiales para esta tarea o también funciona con el microondas.
Y con el agua hervida, debes colocar todos los utensilios en una olla con agua y ponerla a hervir. Luego retira con la ayuda de unas pinzas y déjalos secar al aire libre en un área libre de polvo.
Guardar la leche en la puerta del refrigerador
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Este es un error común, puesto a que se tiende a creer que en la puerta está igual de refrigerada la leche, pero en realidad no. Quizás no siempre llegue al punto de dañarse completamente, pero no vale la pena correr el riesgo y poner en peligro la vida de tu bebé.
Lo recomendable es almacenar la leche en bolsas herméticas y colocarles la fecha para darle primero las más antiguas. Y en una bandeja meterlas dentro del refrigerador o congelador dependiendo del caso.
Recuerda que en el caso de que la guardes en el refrigerador, la leche durará tres días, en el congelador hasta 12 meses y a temperatura ambiente hasta seis horas.
El cuidado en el almacenamiento de la leche materna es crucial para el bienestar de tu bebé. Así que evita a toda costa estos errores, además de no extraer tu leche mientras estás bajo estrés o no masajear los pechos antes de hacerlo.
La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.
