Bolsas para almacenar leche materna: 6 claves al utilizarlas

El equipo de expertos de Mayo Clinic enumeró una serie de claves que necesitas tomar en cuenta al utilizar las bolsas de leche materna, de modo que conserves la calidad e higiene del alimento para tu bebé

Cómo usar las bolsas de leche materna.

Cuando la leche materna se almacena, el padre toma protagonismo al prepararla para el bebé, mientras la madre intenta descansar. Crédito: Shutterstock

Si el extractor de leche materna te parece uno de los inventos más satisfactorios para la salud de la mujer durante la lactancia, las bolsitas especiales para almacenarla son todavía mejor. Incluso, si cuentas con la ayuda del papá, él podría encargarse perfectamente del proceso, de modo que aproveches la oportunidad para descansar.

Sin embargo, el equipo de expertos de Mayo Clinic enumeró una serie de claves que necesitas tomar en cuenta, de modo que el uso de estas bolsitas sea saludable y efectivo. Te contamos cuáles son:



Lávate las manos previamente

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¡Fundamental! Al ser el alimento de tu bebé, es indispensable que te laves las manos con agua y jabón antes de manipular la leche materna y el recipiente.

Recuerda también que las bolsas para almacenar la leche son especiales, así que cuidado con utilizar recipientes desechables y que no están esterilizados.

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Etiqueta las bolsitas al guardarlas

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Este recurso te servirá fundamentalmente para saber las fechas de almacenamiento, es decir, cuándo se extrajo de los senos.

Y si debes dejar a tu bebé en una guardería, coloca el nombre de para evitar confusiones.


Colócalas en la parte trasera del refrigerador

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Es lo más recomendable, porque es la zona del refrigerador donde la temperatura es más fresca y se almacenará por más tiempo en buenas condiciones.

Otro método también es congelarlas en el “freezer”, pero no por ello te olvides del etiquetado con las fechas.


Guarda la cantidad que tu bebé se va a tomar

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En un principio, podría ser 2 a 4 onzas (60 a 120 ml) y luego ir ajustando la cantidad, según sea necesario.

Incluso, puedes almacenar bolsitas con diferentes cantidades, quizás más pequeñas, para situaciones puntuales.

Recuerda que una leche materna que ha sido utilizada NO puede volverse a guardar, porque no es reutilizable. “La leche materna se expande cuando se congela, así que no llenes los recipientes hasta el borde”, dicen los expertos.


Cuánto dura la leche materna extraída

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Esto dependerá especialmente del método y calidad que apliques en su almacenamiento.

Por ejemplo, a temperatura ambiente, tu leche materna extraída puede conservarse hasta por 6 horas. Sin embargo, es recomendable que la uses en las primeras 4 si el ambiente es muy cálido.

Si está guardada con bolsas de hielo, en un “freezer” improvisado, tu leche materna se mantendrá apta para consumo hasta un día.

Por su parte, dentro del refrigerador podría conservarse hasta 4 días en condiciones limpias. Sin embargo, lo recomendable es usarla en los primeros 3 días.

Y en el congelador, que es el ambiente que ofrece mayor protección. Si bien podrías mantenerla hasta por 12 meses, lo correcto es que no pase de los primeros 6 meses.


Cómo descongelarla

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Lo más lógico es que primero descongeles la leche más antigua, de ahí la importancia del etiquetado para revisar las fechas.

El primer paso es que bajes la bolsa de leche materna, del congelador al refrigerador, dejando pasar toda la noche. Y un segundo método, más rápido, es calentarla a baño maría.

El error que no debes cometer es calentar la bolsa en el microondas, puesto que algunas partes de la leche podrían calentarse demasiado, afectando los anticuerpos, mientras que otras pueden quedar frías.

Una vez que descongeles una bolsa de leche materna, el contenido sobrante (en caso de que sea así) debe desecharse. No vuelvas a congelar la carga, porque corres el riesgo de que ya esté contaminada.

Si bien las bolsas de leche materna ofrecen un gran alivio para simplificar la lactancia, dándote incluso la oportunidad de descansar un poco más, es fundamental que sigas estas claves para que conserves la higiene alimentaria de tu bebé.


La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.

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