Diario de un padre primerizo: mi bebé tiene un brote de crecimiento, qué hago
En esta sección quiero contarte todas mis experiencias como papá primerizo, empatizar contigo, ofrecerte consejos que voy aprendiendo y contarte los errores que llegué a cometer
Durante los brotes de crecimiento, los bebés se irritan, se vuelven demandantes e inconformes, desgastando las energías y la paciencia de mamá. Crédito: Shutterstock
¡Hola, hola! ¡Papá primerizo! Sé que últimamente te has sentido un poco triste, por así decirlo, porque ya te habrás dado cuenta de que tu bebé no quiere otra cosa, sino a su mamá, regalándote quizás unos aislados 10 minutos para sacarle los gases. Pero es normal y hay muchas maneras en las que puedes seguir siendo un superpapá, como en los “espantosos” brotes de crecimiento.
También se le conoce como “crisis de lactancia” y consiste en una etapa, afortunadamente corta (aunque luzca eterna) donde el bebé está inconforme con la producción de leche de su madre. Esto lo vuelve irritable y demandante, por lo que tu paciencia atravesará una prueba de fuego.
Generalmente, estos brotes de crecimiento ocurren durante la lactancia materna exclusiva o mixta, y probablemente no suceda si su alimento es únicamente con leche de fórmula.
Cuándo ocurren los brotes de crecimiento
Según expertos, durante estas “crisis de lactancia” tu bebé simplemente quiere más leche porque está creciendo. Esto altera su conducta y horario de alimento, convirtiéndose en momentos muy exigentes para la madre, y donde tú debes ser más considerado y atento de lo que has sido hasta ahora.
La primera vez que le ocurrió a mi bebé, no podía ni creerlo, porque no había forma de que dejara de llorar, ni siquiera pegado al pecho. Mi esposa, angustiada, tan solo trataba de calmarlo, mientras yo solo me preguntaba en qué podía ayudarle.
Pero aunque no lo creas y te frustres, hay mucho más que puedes hacer.
Los bebés suelen tener tres brotes de crecimiento, siendo el primero entre los 17 y 20 días de nacido. Durante esta etapa, está más rabioso, nervioso, regurgitan leche y recuperan el peso que habían perdido tras el nacimiento, lo que también es normal.
La segunda crisis de lactancia sucede entre la sexta y séptima semana de vida, donde demanda mayor cantidad de leche, jala los pezones al succionar, arquea la espalda, tensa las piernas. Todo esto también enmarcado en que el sabor de la leche cambia, volviéndose más salada.
Y en la llamada crisis de los tres meses (el tercer y último brote de crecimiento), prepárate para un bebé que rechaza el seno, tarda en deponer y orinar, se distrae por el desarrollo de sus sentidos, toma leche muchísimo más rápido y la mamá suele expulsar chorros.
Se dice que es la etapa en la que muchas madres abandonan la lactancia exclusiva y se mudan al biberón. En caso de que suceda, y es comprensible, aquí te explico cómo debes darle el tetero a tu bebé.
¿Y qué hago como papá durante un brote de crecimiento?
Puedes cometer dos errores comunes: el primero es que pretendas frustrarte tanto o más que la mamá (¡Terrible!) y el segundo es que te encimes demasiado en querer ayudar, empujado por la impotencia.
Tu mejor trabajo de apoyo será la compañía. Quédate junto a mamá, vive el momento con ella, hazle saber que estás ahí para lo que necesite y escucha sus quejas, que humanamente las expresará.
Atiende cualquier necesidad básica: búscale agua, sírvele comida. Yo a mi esposa llegué a darle los alimentos en la boca, incluso. Ajústale las almohadas, acaríciale el cabello, cómprale un dulce, regálale flores, cuéntale una historia interesante.
Tu tarea es asegurarte de que mamá se sienta acompañada y apoyada, de modo que libere un poco las cargas y el momento sea más llevadero. También prepárate para un posible trasnocho. De hecho, yo decidí ausentarme un día del trabajo, porque era necesario y porque estás viviendo momentos que tal vez solo te sucedan una vez en la vida.
Dicen que cuando tu bebé cumpla el primer año de vida, ocurrirá un cuarto brote de crecimiento, sin embargo, los expertos aclaran que no sucede en todos los casos o quizás no todos lo sienten así. Al parecer, rechazan los alimentos sólidos y buscan leche, su crecimiento parece frenarse y más adelante se vuelve más rápido.
En caso de ser cierto, aplica las mismas técnicas, tomando en cuenta de que ahora está más grande y tendrás a disposición otros métodos para entretenerlo, como música, juegos y actividades.
Para serte honesto, los brotes de crecimiento fueron maravillosos en mi caso. No porque sea divertido que tu bebé se desespere, porque no lo es, en lo absoluto, pero tú y tu pareja tendrán la oportunidad de vivir un momento donde más que nunca necesitan ser un equipo. Si le apoyas, con amor y paciencia, tu relación también se fortalecerá.
Desde la sección de comentarios, comparte con nosotros y otros lectores cómo fue tu experiencia como padre primerizo, al cargar a tu bebé recién nacido. También te invitamos a ofrecer más consejos y anécdotas.
¡Ya regreso, mi bebé despertó!
