Infidelidad: ¿El amor de mi vida podría ser un amante?
En una infidelidad no existen normas escritas, salvo los acuerdos que establezcan para no arruinar sus relaciones "oficiales" o no entrometer emociones fuera de la cama
Aunque sigue siendo una traición a tu pareja y a la relación, tener una aventura sexual es menos complicado que la emocional, aquella donde sin intención alguna podrías estar involucrando los sentimientos. En algún punto te sientes tan bien, tan comprendida y complacida, que terminas haciéndote una pregunta sumamente incómoda: ¿El amor de mi vida es mi amante?
En una infidelidad no existen normas escritas, salvo los acuerdos que establezcan para no arruinar sus relaciones «oficiales» o no entrometer emociones fuera de la cama. Sin embargo, un refrán dice «del dicho al hecho, hay mucho trecho».
Entre los tipos de amantes que podrías toparte en una infidelidad, existe uno llamado «el confidente». Además de complacerte en lo sexual, se convierte en un confidente al que compartes todos los problemas y desacuerdos que tienes con tu pareja.
Los expertos en asuntos amorosos advierten que con el tiempo se vuelve peligroso para ti, porque podrías acabar enamorándote. Y a menos que te corresponda, termina siendo una tragedia sentimental.
Cuidado con el término «amor de mi vida»
El psicoterapeuta venezolano, Carlos Fraga, coach de bienestar y asuntos de pareja, asegura que «sí existe el amor de la vida«.
«¿Por qué no? Claro que existe, pero lo que no creo es que sea una sola persona», aclara el experto.
A veces las personas tienden a pensar que existe una persona, en alguna parte del mundo, con un hilo invisible que los conecta y algún día se encontrarán. Pero también ocurre que “el amor de tu vida” es aquel compañero de clases que nunca han podido olvidar. ¿Entonces?
Cuando esto del «amor de mi vida» se traspasa a una infidelidad, el drama puede ser mayor, porque en seguida lo asocias a un amor imposible o un amor que primero tiene que hacer daño para triunfar. Sin embargo, estas son creencias humanas que en realidad no forman parte de una verdad escrita, especialmente porque no la hay.
Si estás enamorada de tu amante y crees que es el «amor de tu vida», puede que lo estés etiquetando para justificar tu infidelidad. También es probable que tu relación actual vaya mal, por lo que consideras a ese amante como una opción de nueva pareja. Esto es lo que se llama cushioning.
Asimismo, hay infidelidades en las que tu amante es quien se enamora de ti, por lo que comienza a presionar para que dejes a tu pareja y suelta frases sumamente dramáticas como: «Soy el amor de tu vida disfrazado de una infidelidad».
Si terminas enamorándote de tu amante, es tu decisión asumirlo e intentarlo o alejarte para rescatar tu relación. Pero no es conveniente que en medio de los inesperados sentimientos que llegaron durante la infidelidad, empieces a mezclar situaciones románticas como «el amor de mi vida», porque llevarás el escenario a un nivel dramático/trágico donde varios pueden salir lastimados.