Qué es una manta sexual y cómo funciona para evitar «desastres» en la cama
Expertos en sexualidad y terapia matrimonial explican qué es una manta sexual, cómo funciona en la cama y los beneficios que puede ofrecerte con tu pareja, en términos de higiene, comodidad, e incluso placer
Algunas parejas lo consideran un «juguete erótico», pero la realidad es que una «manta sexual» forma parte de los artículos estéticos de un encuentro íntimo (por darle una categoría). Y es que después de un acto físico, está claro que toca limpiar, ¿cierto? Quizás las sábanas, las fundas de las almohadas o un mueble, dependiendo de cuánto voló la creatividad.
La coach Megan Harrison, terapeuta matrimonial y familiar con licencia, explica que las mantas sexuales «brindan una barrera contra fluidos, como lubricantes y las secreciones naturales», incluyendo el semen, líquidos vaginales y hasta manchas fecales.
«Dado que minimizan el ‘desorden’, las mantas sexuales ayudan a simplificar la limpieza posterior a la sexualidad», reiteró la experta. Una vez que la excitación llega a su fin, tener contacto con los fluidos ya no es tan «divertido», por lo que limpiar puede causarte incluso un poco de asco.
Las mantas sexuales también impiden que te manches la ropa
Sobre todo cuando se trata de encuentros sexuales improvisados (el famoso «rapidito»), la manta sexual entra en acción para evitar que te manches la ropa, continuando con tus actividades cotidianas después del acto íntimo.
«Las mantas sexuales son geniales para usar cuando no quieres tener que cambiar la ropa de cama», asegura la coach Javay Frye-Nekrasova , educadora sexual residente de Lovehoney.
«Si existe la posibilidad de que las cosas se ensucien, ya sea por el lubricante, los deportes acuáticos, los chorros o el semen, es genial tener que hacer una limpieza fácil», añadió.
Asimismo, indicó que la manta sexual siempre debes tenerla a mano, pero guardada, en un lugar fácil de encontrar (fuera del alcance de los niños, por supuesto).
Otros beneficios de la manta sexual, además de la limpieza
Más allá de la higiene, la coach Megan Harrison asegura que la manta sexual puede brindar comodidad. «Al estar hecha de materiales suaves y duraderos, se sentirá muy bien con tu piel desnuda. Además, su tela impermeable evita resbalones», detalló.
También podría elevar el placer, gracias a la conexión con tu pareja, e incluso funcionar como un juego previo. «Una vez que se usa varias veces, mostrar una manta sexual puede hacer que tu cerebro se asocie con el sexo y provoque la excitación», afirma la sexóloga Rebecca Álvarez, cofundadora de Bloomi.
Si bien no se trata del elemento sexual más indispensable que vas a requerir para tu intimidad, tener una de esas mantas en casa puede brindarte otro tipo de experiencias, además de la sencilla oportunidad de recoger los «resultados» del orgasmo sin hacer mayor esfuerzo.