Atún en lata: 3 efectos secundarios de comerlo en esta presentación
El atún enlatado es una forma asequible y fácil de obtener un refuerzo de proteínas, pero es también alto en sodio, alto en grasas y no está exento de la contaminación por mercurio
¿Quién no ha comido atún en lata? Todos en alguna oportunidad hemos disfrutado de un sándwich, una ensalada o incluso una pasta con atún de lata. ¡Es delicioso! Sin embargo, debes estar al tanto de los 3 efectos secundarios de comerlo en esta presentación.
Lo primero que hay que aclarar es que este artículo no pretende decir que “el atún en lata es malo”, sino señalar las consecuencias no tan positivas que puede tener su consumo y así las personas puedan tomar una decisión más informada a la hora de decidir si meterlo al carrito de la compra o no.
Cuando pensamos en proteínas de pescados, lo que nos viene a la mente enseguida en un salmón al horno o un atún fresco a la plancha, pero comprar esta presentación puede ser en ocasiones más costoso y difícil de preparar.
El atún enlatado es una forma asequible y fácil de obtener un refuerzo de proteínas, con 40 gramos de proteína en una lata entera tiene. Además, es extremadamente bajo en grasas y carbohidratos, y se compone de alrededor de un 90% de proteínas.
Al provenir del mar, aporta el beneficio de los ácidos grasos omega-3 que puede ayudar con la salud cardiovascular al reducir el colesterol, a reducir los coágulos de sangre y la inflamación. Asimismo, es bueno para la mente, los síntomas de depresión y el estado de ánimo en general, incluso retrasar el deterioro cognitivo relacionado con la edad.
Sin embargo, hay unas cosas no tan buenas, que debes saber:
1. Son altos en sodio: El atún en lata tiene este saladito adictivo que nos encanta, pero comer demasiado sodio de manera constante puede provocar presión arterial alta y problemas cardiovasculares.
2. Contienen mucha grasa: todo depende de la marca, pero en general aquellos que vienen en aceite y se caracterizan por tener mejor textura y sabor, son también muy altos en grasa para un refrigerio. Lo ideal es optar por opciones en aceite de oliva y escurrirlo.
3. Envenenamiento por mercurio: el atún en lata no está exento de la contaminación por mercurio que hay en el mar, igual que con las demás especies, lo que puede provocar deterioro cognitivo y pérdida de memoria. De acuerdo con Customers Report, el atún blanco de todas las marcas contenía en promedio más mercurio que el barrilete o las variedades ligeras.
Ten presente que si encuentras una marca en la que confías que sea más baja en sodio y grasa, comer atún enlatado un par de veces a la semana puede ser perfectamente seguro y una parte saludable de tu dieta diaria, concluyó Eat This, Not That!
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