Reducir el uso de redes sociales mejoraría la imagen corporal de los adolescentes: por qué
Un nuevo estudio de la Asociación Estadounidense de Psicología mostró que independientemente del género la intervención rápida respecto a las plataformas sociales trae mejoras significativas en los jóvenes angustiados que se usan excesivamente sus redes sociales
A través de un algoritmo que se especializa en los intereses de las personas, aquellos más frágiles con sus inseguridades pueden ser víctimas de estándares de belleza a menudo inalcanzables. Crédito: Shutterstock
Una reducción a la mitad en el uso de las redes sociales por parte de los adolescentes y adultos jóvenes podría ayudarlos a mejorar su imagen corporal en tan solo tres semanas, de acuerdo con un nuevo estudio de la Asociación Estadounidense de Psicología.
El estudio, publicado en la revista Psychology of Popular Media, mostró que independientemente del género la intervención rápida respecto a las plataformas sociales trae mejoras significativas en los jóvenes angustiados que se desplazan excesivamente por sus dispositivos móviles respecto a su peso y apariencia física.
A través de un algoritmo que se especializa en los intereses de las personas, aquellos más frágiles con sus inseguridades pueden ser víctimas de estándares de belleza a menudo inalcanzables lo que los lleva a luchar con la autoestima, enfermedades mentales y trastornos alimentarios desde muy corta edad.
Los autores del estudio indicaron que los jóvenes pasan de seis a ocho horas al día mirando pantallas, en promedio.
Estudiaron a 220 alumnos universitarios de entre 17 y 25 años, seleccionando a aquellos que usan sus teléfonos móviles al menos dos horas al día, y que además presentan síntomas de depresión o ansiedad. Las mujeres constituían el 76% del grupo, el 23% eran hombres y el 1% se identificaba como «otro».
Los participantes calificaron cómo se sentían acerca de su apariencia y cuerpo en una escala de cinco puntos. Durante la primera semana, usaron las redes sociales como de costumbre. Todos los días tomaron una captura de pantalla de un rastreador de tiempo de pantalla contando sus horas en segundo plano. Después de la primera semana, la mitad del grupo tuvo que reducir a la mitad su uso de las redes a no más de 60 minutos al día.
Las próximas tres semanas, quienes redujeron su uso de las redes sociales lo redujeron a un promedio de 78 minutos al día. Mientras tanto, el grupo de control pasó en promedio 188 minutos chateando y desplazándose por las aplicaciones sociales cada uno. Aquellos que evitaron las pantallas cosecharon los beneficios, y por otra parte, nada cambió para el grupo de control.
El autor principal Gary Goldfield, PhD, del Instituto de Investigación del Hospital Infantil de Ontario Oriental, dijo en un comunicado de prensa que esta breve intervención de cuatro semanas con rastreadores de tiempo de pantalla mostró que la reducción del uso de las redes sociales produjo mejoras significativas en la apariencia y la estima del peso en los jóvenes.
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