Problemas de dinero con tu pareja: una cuenta bancaria conjunta podría ser todo lo que necesitan, según estudio
Una investigación realizada por la Universidad de Cornell y la Universidad de Colorado, demostró que abrir una cuenta bancaria conjunta podría ser la solución a los desacuerdos financieros de muchas parejas
Así el escenario sea positivo o adverso, el estudio indica que la transparencia y confianza en los datos financieros es clave para que haya felicidad en la relación. Crédito: Shutterstock
Cuando no se plantean acuerdos y estrategias, el dinero se convierte en un gran problema para cualquier relación amorosa. Aquello de la «confianza» por ser novios o esposos no es igual para todos, por lo que es preferible sincerarse sobre cómo manejar el dinero. Sin embargo, un estudio reciente reveló que una cuenta bancaria conjunta podría ser todo lo que necesitas con tu pareja para ser felices.
Una encuesta de 2021, realizada por Fidelity Investments, arrojó que 1 de cada 5 parejas cree que el dinero es el mayor desafío en su relación. De hecho, una cuarta parte de los 3,426 participantes confesó sentir frustración por los hábitos económicos de su pareja, pero preferían evitar una discusión. Esto último es peligroso, ya que puede llevarte a una infidelidad financiera.
«Muchos de nosotros somos reservados sobre nuestros ingresos y valor. Algunos no quieren presumir su riqueza y a otros les da vergüenza por lo poco que tienen», analizó el abogado Martin Gasparian, propietario de Maison Law.
Una cuenta bancaria conjunta podría acabar con los problemas de dinero en tu relación
Tal vez estés de acuerdo o quizás te parezca una pésima idea, pero debes saber que los resultados de una investigación realizada este mes de enero son contundentes.
Para el estudio, en el que participaron la Universidad de Cornell y la Universidad de Colorado, el 65.9% de las parejas analizadas compartía una cuenta bancaria, mientras que un 23.6% juntaba algunas finanzas y otro 10.5% decidió mantenerlas separadas.
La conclusión del estudio, publicada en el Journal of Personality and Social Psychology, indicó que las parejas que tienen cuentas bancarias conjuntas y juntan todo su dinero son más felices que las que no lo hacen.
Joe Gladstone, profesor asistente de marketing en UC Boulder y autor principal del estudio, ofreció una entrevista a Yahoo Finance y detalló que su equipo investigó a miles de parejas, observando los datos de transacciones y las encuestas realizadas desde hace muchos años.
«Lo que encontramos es que las parejas que tienen cuentas conjuntas permanecen juntas por más tiempo. Están más satisfechas en esas relaciones», aseguró.
Superar las inseguridades y tener confianza con la pareja es clave
Ahora bien, tampoco se trata de que salgan corriendo a abrir una cuenta bancaria conjunta, porque para dar el paso hay que revisar ciertos aspectos. Para que la estrategia económica funcione es fundamental que ambos superen sus inseguridades respecto al dinero y que hayan construido una confianza financiera.
Por ejemplo, si tu pareja te pide dinero prestado y luego no lo devuelve, este tipo de acciones van dejando huecos que deterioran la relación. Algo similar sucedería cuando uno de los miembros está con el otro por el dinero, para lo cual hay 8 señales de alerta.
Entonces, una vez que se eliminan estos enemigos y se construye una confianza, es más fácil abrir la cuenta bancaria que ambos puedan manejar. El profesor Joe Gladstone dejó claro que los beneficios solo se sentirán después de dar el paso.
Por su parte, la asesora Aviva Pinto, con más de 30 años de experiencia en la industria de servicios financieros y directora general de Wealthspire Advisors, afirmó que la cuenta bancaria conjunta permitirá una «comunicación abierta» respecto a las finanzas de la relación.
«Tendrán acceso a toda la información, nada está oculto. Los problemas que surgen se pueden manejar de forma conjunta (gastar demasiado, no ahorrar, etc.). Todo está en un solo lugar, lo que hace que la planificación presupuestaria y financiera más fácil», explicó la especialista.
