Qué es la nomofobia: cuando sientes un miedo intenso al salir de casa sin tu teléfono
El término 'nomofobia' fue acuñado en 2009 desde Reino Unido y proviene del anglicismo 'no mobile phone phobia'
Seguramente la idea de salir de casa sin tu teléfono te resulta absurda, porque es un dispositivo indispensable para lo que sea que vayas a hacer: comunicarte, llamar un taxi en una aplicación, hacer un pago o marcar un código QR para ver el menú de un restaurante. ¿Pero qué pasaría si lo dejas olvidado en tu hogar?
Si tienes hijos, estás esperando una llamada importante o lo necesitabas para resolver un trámite, es comprensible que sientas frustración por el hecho, sobre todo si ya no alcanzas a devolverte a casa para buscarlo. Sin embargo, cuando esa sensación de estrés se convierte en síntomas de ansiedad e incluso un miedo intenso, podrías estar teniendo un ataque de nomofobia.
El término fue acuñado en 2009 desde el Reino Unido y proviene del anglicismo ‘nomophobia’: “no-mobile-phone-phobia”. En su definición más práctica, es el miedo irracional a salir de casa sin tu teléfono inteligente.
Insistimos que en casos de cuidado de hijos y responsabilidades familiares, la angustia puede ser comprensible. Pero no justifica que quizás le estás dando un nivel de prioridad a tu teléfono que ya resulta claramente nocivo para tu salud mental.
Y mira cuán cierto es, que una investigación anterior demostró que el uso de tu teléfono durante muchas horas y la exposición frecuente a las redes de Wi-Fi pueden causarte Alzheimer. Es una condición que los científicos han denominado «demencia digital».
La nomofobia también ocurre cuando no tienes cobertura o tu teléfono está muy descargado
Dejar tu teléfono olvidado en casa es la razón principal que puede despertar un cuadro de nomofobia, pero no es la única. Según expertos, no tener cobertura para comunicarte, tener el dispositivo muy descargado (a punto de apagarse) o que algunas de sus funciones estén estropeadas, son otros motivos que pueden desencadenarte síntomas de ansiedad y estrés.
Esta dependencia emocional hacia tu teléfono inteligente también puede provocarte problemas de autoestima y en tus relaciones sociales, incluyendo la de pareja. De hecho, de allí también puede nacer el ‘phubbing’, cuando ignoras a tu pareja por estar concentrado en el teléfono.
En algunos casos, señalan expertos, hay personas que sienten inseguridad para socializar, por lo que utilizando sus teléfonos como protección emocional o vía de escape de un momento incómodo. Sin embargo, cuando no cuenta con el dispositivo, automáticamente se dispara una nomofobia.
Uno de los consejos más reiterados para manejar esta adicción al teléfono es la terapia psicológica. También es fundamental que conozcas tips para evitar que tus hijos se vuelvan adictos a este tipo de dispositivos, ya que las consecuencias pueden ser severas.