Día Mundial de la Salud Mental: 5 trucos rápidos para salir de un ataque de pánico
El miedo intenso que provoca un ataque de pánico puede llevarte a tener síntomas físicos serios, pese a que no haya motivos reales de peligro o enfermedad
El ataque de pánico es un episodio repentino que, dependiendo de la experiencia del paciente, pudiera evitarlo o reducir el miedo intenso que produce. Crédito: Shutterstock
El ataque de pánico proviene de la ansiedad, siendo lo más severo que puede ocurrirle a un paciente que padece el trastorno. Se trata de un episodio de miedo intenso y repentino donde te sientes en peligro, incluso de morir, cuando realmente no hay problema alguno. En el Día Mundial de la Salud Mental, te ofrecemos algunos trucos para salir de este escenario.
En medio de un ataque de pánico, la mente es capaz de llevarte a tener reacciones físicas, como sudoración, temblores y taquicardia, síntomas típicos del miedo. Debido a que el corazón se acelera fuertemente, también es fundamental que sepas si tienes signos de un infarto o ataque de pánico.
Los ataques de pánico requieren de tratamiento psicológico, un proceso que puede prolongarse todo el tiempo que cada paciente necesite, y donde va adquiriendo herramientas para manejar el trastorno de ansiedad. A medida que avanzan las sesiones, aprenderás a evitar un ataque de pánico y sobre todo salir de estos severos episodios.
5 trucos rápidos para salir de un ataque de pánico
Reconoce que estás teniendo un ataque de pánico
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¡Es fundamental! Cuando reconoces que estás en medio de un ataque de pánico, la sintomatología física deja de preocuparte mentalmente, por lo que vas obteniendo un poco de calma.
Según el comité de psicólogos online de Chile, reconocer que tienes un ataque de pánico “puede permitirte concentrarse en otras técnicas para salir del episodio”.
Ubica un objeto y enfoca tu atención en él
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Preferiblemente, un objeto que tenga movimiento, como un reloj, una pecera o un ventilador. La idea es que en medio del ataque de pánico enfoques tu atención en este objeto y puedas describirlo en tu mente.
Qué color tiene, cómo es su movimiento, su forma y tamaño. A medida que vas concentrando toda tu energía en ese objeto, los síntomas comenzarán a reducirse.
Piensa en tus cosas favoritas
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En tu color favorito, tu comida preferida, una serie, una película infantil o un lugar feliz. Al igual que con el objeto al que enfocas tu atención, la efectividad de este “truco” consiste en que puedas distraer la mente para que no “maquine” sobre los síntomas físicos que estás sintiendo.
Haz ejercicios ligeros
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Mueve tus manos, camina, estira tus brazos, tus piernas, pero hazlo suavemente, como si estuvieras haciendo un ligero calentamiento.
Estos movimientos en medio de un ataque de ansiedad van a estimular un poco tus endorfinas, bombeando tu sangre y mejorando tu estado de ánimo.
Es indispensable que los ejercicios sean muy suaves o ligeros, ya que el síntoma de hiperventilación puede causarte problemas para respirar. En este sentido, es preferible que primera obtengas calma con los trucos anteriores.
Respira, tan solo respira
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Así tengas tu mente distraída con un objeto enfocado, incluso mientras piensas en tu lugar feliz, la sensación más reconfortante en medio de un ataque de pánico es respirar, lenta y profundamente.
Respirar es renovar el aire que hay dentro de ti, es sinónimo de sentirte con vida, es “acariciarte” el cuerpo.
Una vez que hayas escapado del ataque de pánico, es importante que detectes ahora los motivos que pudieron llevarte a ese episodio, de modo que trabajas en ellos e incluso hasta eliminarlos. Tener mascotas y familiares de apoyo también es valioso cuando padeces de ansiedad.
Cuál es el origen del Día Mundial de la Salud Mental
Tras la iniciativa de la Federación Mundial para la Salud Mental y la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 1995 se determinó que el 10 de octubre se conmemorara el Día Mundial de la Salud Mental con el objetivo de promover una toma de conciencia acera de las enfermedades y problemas de salud mental, además de eliminar los estigmas en torno al tema.
La OMS destaca la importancia y atenciones que requieren las enfermedades mentales, que no solo provocan un sufrimiento severo a pacientes y familiares, sino que implican un gasto económico considerable. La esquizofrenia, el Alzheimer, la depresión y ansiedad, los retrasos mentales y la epilepsia son algunas de las condiciones más comunes.
