Cómo enfrentarte a la presión social por ser madre cuando no quieres serlo: 3 consejos de una psicóloga

De la mano de la doctora Laura Ruiz Mitjana, psicóloga infantojuvenil, te ofrecemos consejos vitales para enfrentarte a quienes te presionan por convertirte en madre, sin que sus comentarios u opiniones te dañen emocionalmente

Consejos para enfrentarte a la presión social por ser madre

La presión social por ser madre, tener pareja o incluso casarte, puede afectar severamente tu autoestima. Crédito: Shutterstock

Ser madre es una de las decisiones más trascendentales que puedes tomar en tu vida, sobre todo porque jamás será igual, desde tu manera de sentir y actuar. Por tal motivo, la presión social por tener un hijo es un “enemigo” que debes saber cómo enfrentar si todavía no te sientes preparada o simplemente no quieres.

Así como hay quienes te presionan para que busques pareja, e incluso para que te cases, también están los que quieren verte con un bebé en los brazos. Algunos indican que “ya es momento”, sin justificación alguna, porque ya ellos se convirtieron en padres o señalando que más adelante será muy tarde.

Y si bien no das el paso porque otros lo digan, la presión social puede dañar tu autoestima, haciéndote creer que no estás en lo correcto. El escenario se agrava cuando dichas presiones las recibe una mujer que desea ser madre, pero no puede lograrlo por una condición de salud que mantiene en privado.

De la mano de la doctora Laura Ruiz Mitjana, psicóloga infantojuvenil, te ofrecemos varios consejos valiosos para enfrentarte a la presión social, pues que nadie está en derecho de empujarte a una decisión que no quieres tomar.

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3 consejos para enfrentarte a la presión social por ser madre


Conoce tus aspiraciones

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Significa que tomes esas presiones sociales desde lo positivo para conocerte a ti misma, es decir, saber qué es lo que realmente quieres en tu vida o no.

Una buena forma de canalizar este ejercicio es que escribas tus pros y contras de lo que sería tener un hijo. Seguramente, habrá detalles muy distintos a los habituales y allí obtendrás los suficientes motivos como para decir si deseas ser madre o no.

“Piensa en cómo pudiera cambiar tu vida, en lo que valoras del presente, en cómo te proyectas para un futuro o simplemente por qué querrías ser madre”, recomienda la psicóloga.

La búsqueda de ayuda profesional también es una opción válida, puesto que podría brindarte las herramientas para enfrentarte a esos escenarios donde te señalan para presionarte.



Pon límites

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La presión social no es algo que vaya a desaparecer, porque siempre habrá alguien preparado para lanzar ese comentario que te descoloca. Sin embargo, es importante que aprendas a poner límites a las personas que te rodean y el tipo de opiniones que pueden dar sobre tu vida.

Está bien que eventualmente te pregunten, pero no tienes por qué permitir imprudencias ni insistencias.

Según la doctora Laura Ruiz Mitjana, se trata de “establecer reglas claras acerca de los temas que pueden ser tocados o no por los demás”. Y ojo, esto no te convierte en una persona grosera, sino de pedir respeto hacia tu privacidad.


Protégete de consejos que no has pedido

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Es una forma de poner límites, pero mucho más reforzada. Nunca faltará alguien que quiera ofrecer un consejo que no has pedido, y si está cargado de presión social, puede resultar ofensivo.

“El tema de ser madre o no es un asunto que solo te compete a ti, y en algunos casos también a tu pareja, así que pídele a los demás que se abstengan de preguntar o hacer comentarios no solicitados”, reitera la psicóloga.

Asimismo, es preferible que te alejes de conversaciones o círculos sociales donde se tocan temas de maternidad con frecuencia. Es tan similar a compartir con un grupo de amigas que te presionan para que tengas relaciones sexuales con tu novio. Simplemente, no lo permitas.

No esperes que todas las personas que te rodean demuestren compresión o empatía, ya que la presión social por la maternidad es un hábito nocivo común que la sociedad no aprende a identificar. Lo importante es que defiendas tu posición y no te dejes dañar emocionalmente.


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