8 condimentos saludables que pueden sustituir la sal en tus comidas
Además de evitar el consumo de alimentos procesados y envasados, primera pauta que debes cumplir, por su alto contenido de sodio, te compartimos una serie de condimentos con los que puedes sustituir la sal al preparar tus comidas en casa
En octubre de 2021, un informe de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) señaló que 4 de cada 10 adultos estadounidenses sufren presión arterial alta debido al consumo desmedido de sal. Si bien se trata del condimento estelar que seguramente usas en tus preparaciones, sin contar la que añades desde la mesa, existen otras alternativas mucho más saludables al momento de darle sabor a tus comidas.
Pero ojo, porque la FDA apuntó que cerca del 70% de la ingesta excesiva del ingrediente proviene de alimentos procesados, envasados y comidas que sirven en restaurantes. Esto significa que reducir el consumo de esas opciones es la primera pauta que debes cumplir. Y luego, ya desde casa, te contamos cuáles son los condimentos que puedes utilizar para reemplazar la sal.
8 condimentos para sustituir la sal en tus comidas
Ajo
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Bien sea líquido, en polvo o cortando un dientecito en trozos pequeños, el ajo es una especia que sirve para condimentar carnes blancas y rojas, brindándole ese toque salado que gustas.
A diferencia de la sal, el ajo es un ingrediente con propiedades antiinflamatorias y diuréticas que reducen la retención de líquidos. Además, es rico en vitaminas, minerales y antioxidantes.
De acuerdo a la doctora Lola Núñez Prado, quien ejerce como nutricionista desde Madrid, España, el ajo contiene un mineral clave que puede elevar la potencia sexual del hombre.
Pimienta
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Cuando se trata de la pimienta que tú mismo mueles en casa, la negra y fresca, el condimento se convierte en un buen sustituto de la sal. Se emplea para una gran variedad de platillos, y al igual que el ajo también posee propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
La pimienta va bien con todo, pero aprovéchala en la preparación de carnes, pescados, guisos, salsas y aderezos.
Cebolla (en polvo)
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Si bien una cebolla en polvo no es lo mismo que entera, ya que pierde algunas propiedades que solo se conservan en su estado natural, es una excelente alternativa para reemplazar y disminuir el consumo de sal.
Además de los platillos antes mencionados, la cebolla en polvo es perfecta para la cocción de arroz o la preparación de tortillas, ensaladas y croquetas.
Vinagre
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El truco del vinagre como condimento es tomarle el gusto, ya que si bien puede sustituir la sal y formar parte de una dieta baja en sodio, este condimento añade un toque ácido que no agrada a todos. Lo mejor es que vayas probando.
Mostaza
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Gracias a su sabor fuerte y picante, la mostaza no tiene ningún problema en sustituir la sal al momento de sazonar los alimentos. Por ejemplo, aliñar el pollo y la carne cruda con esta salsa te ofrecerá el punto que deseas y sin extrañar la sal.
Orégano
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Tal vez no sustituye la sal en su totalidad, pero si lo combinas con otras de las especias podrás fácilmente reducir el consumo. El orégano es un condimento que brinda gusto a la comida y ofrece un sabor particular en distintas preparaciones.
Además, posee propiedades antiinflamatorias y antisépticas, gracias a sus vitaminas y minerales.
Comino
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No es propiamente algo que sala, pero sí te ofrece un sabor muy interesante con el que quizás quieras sustituir la sal. El comino también ayuda a aliviar las molestas estomacales y las flatulencias.
Y si estás en el objetivo de bajar de peso, te explicamos cómo preparar el agua de comino para quemar calorías más rápido.
Jengibre
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Al igual que el vinagre y la mostaza, añadirle jengibre a tus comidas es una propuesta interesante para obtener otros sabores y disminuir la ingesta de sal.
La raíz de jengibre, que al consumirla puede estimular tu metabolismo, otorga un particular sabor picante a las comidas, que dándole la oportunidad podría gustarte y mucho.
Recuerda que reducir el consumo de sal en tus comidas no ocurre de la noche a la mañana. Lo ideal es que poco a poco vayas disminuyendo las cantidades añadidas hasta que tu paladar simplemente no la necesite. No lo hagas abruptamente porque convertirás tu dieta en un sufrimiento al saborear.
La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.